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Debe haber una fuerte apuesta por trabajar en lo que traerá el cambio demográfico. Para el 2049 esta será una ciudad con una población concentrada en los adultos mayores. 


Para una ciudad como Manizales cuya fundación se oficializó el 12 de octubre de 1849 en medio del proceso conocido como la colonización antioqueña, pensar en prospectiva se hace una necesidad, no puede verse como capricho. Somos parte de una ciudad intermedia que por fortuna no ha sido ajena a los avances del desarrollo, pero requiere que en conjunto empecemos a trazar cuáles son los caminos que se deben transitar para consolidar procesos, potencializar recursos, avanzar como sociedad y resolver problemas.
25 años nos separan del bicentenario de esta capital y muchos son los sueños y anhelos en los que la población tiene centradas sus esperanzas para llegar a esa fiesta en un territorio con mejores condiciones, tal y como plantean ciudadanos consultados por LA PATRIA y que entre hoy y mañana publicamos en un informe especial con el que nos unimos a este cumpleaños. Coincidimos en que debe haber una fuerte apuesta por trabajar en lo que traerá el cambio demográfico. Para el 2049 esta será una ciudad con una población concentrada en los adultos mayores, a ellos se deben dirigir los mayores esfuerzos públicos y privados para garantizar que gocen de una buena calidad de vida.
Este es un fenómeno poblacional que están atravesando buena parte de las ciudades de Colombia, pero Manizales con un mayor índice, según mediciones técnicas; esto no significa que se tenga que desechar la vocación de Ciudad Universitaria centrada en educación, ciencia y tecnología, sería bueno considerar que puede ampliarse diseñando y ofreciendo también programas académicos para adultos mayores con pénsum y costos especiales para ese segmento, sin abandonar los que están disponibles para jóvenes universitarios y la educación para niños y adolescentes.
La actual y las administraciones municipales venideras deberán enfocarse también en planes y proyectos de infraestructura, de movilidad y de vivienda que faciliten la conectividad y la habitabilidad, tratando de que para entonces se hayan eliminado los asentamientos humanos en zonas de riesgo y las invasiones ilegales, además de mejorar por fin la conexión norte-sur que hasta el momento no se ha podido alcanzar para reducir dificultades en tiempos de desplazamiento y congestiones de los corredores viales oriente-occidente.

Aprovechar la ubicación de Manizales en el centro del país deberá ser una meta construida bajo alianza de los sectores público y privado, ahí estará parte de la continuidad de nuestro desarrollo económico y social. El fortalecimiento de los servicios públicos también podrá ofrecer oportunidades de crecimiento, igual el Área Metropolitana del Centrosur de Caldas, subregión que agrupa alrededor del 61% del PIB departamental, que puede planificarse como parte de la expansión de los municipios que la integran. En el turismo de naturaleza que tenemos también deben estar centradas las políticas y los apoyos, es un renglón que cada vez se posiciona mejor en el país y en el extranjero. Manizales llegó a sus 175 años, el mejor regalo que le podemos dar desde el rol que desempeña cada habitante es contribuir a que en los próximos 25 no sobresalga por su mejor calidad de vida en Colombia, sino que esté a niveles de las mejores ciudades del mundo.