Le correspondió a Cali ser sede de la COP16, un término que por estos días acapara la atención, es titular de noticias, y no es para menos. Se trata del sistema Conference of the Parties (Conferencia de las Partes) que lidera la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Los 196 estados miembros, organizaciones regionales y actores de la sociedad civil se reúnen cada año en conferencias de alto nivel en un país elegido previamente. Colombia fue escogida como sede el 15 de diciembre del 2023, en reconocimiento a su riqueza ambiental y diversidad biológica.
Existen varias COP: la de cambio climático -que es anual-, la de biodiversidad y la de desertificación -que son bienales-. Cada una es de importancia mundial porque en ellas se adoptan decisiones dirigidas a cumplir los objetivos de lucha contra el cambio climático. La de Cali es sobre Diversidad Biológica, comienza hoy y se extenderá hasta el 1 de noviembre. Serán 11 días en los que la capital del Valle del Cauca se convierte en representante de los 32 departamentos para mostrar a cientos de asistentes que este es un país de exuberancia ambiental, con riquezas inigualables, lleno de bondades en su geografía y de gran belleza natural en los territorios.
La importancia de esta COP16 es la implementación del Marco Global de Biodiversidad KunmingMontreal, aprobado en la COP15 en Canadá hace dos años. Es un instrumento para declarar, a finales de esta década, como áreas protegidas al 30% del planeta, tanto terrestres, marinas y de agua dulce; y la restauración de igual proporción de los ecosistemas degradados como son las selvas tropicales y los humedales, imprescindibles para la biodiversidad y el equilibrio climático. El Gobierno nacional debe hacer el mayor esfuerzo para conseguir que en esta reunión se concrete la financiación internacional y se evalúen las acciones de los países para cumplir las 23 metas climáticas de biodiversidad, trazadas al 2030.
Según expertos, Latinoamérica tiene el 27% de la cubierta forestal y el 35% del agua dulce de todo el planeta; no obstante, hay muchos de sus ecosistemas amenazados por la tala de bosques, la minería ilegal, el tráfico de animales, la contaminación de ríos y mares, las malas prácticas en los cultivos. Caldas, como parte de la riqueza en biodiversidad nacional, participará en esta COP con productos y experiencias como los Mercados Verdes, que son una muestra del uso sostenible de la biodiversidad en el departamento, y el trabajo de mujeres cafeteras como músculo de la producción del grano y del ecoturismo.
Abogamos para que el país se una durante estos días y le envíe un mensaje al resto del mundo. Que se entienda que a pesar de las adversidades, igual que existen en otras latitudes, somos una Nación que puede vivir en paz, con nuestras riquezas naturales y entre quienes la conformamos. La COP16 es una oportunidad de oro, tratemos de no dejarla pasar ni marchitarla con puntos negros. Proteger la biodiversidad no es de ideología ni de sectarismos, es parte del desarrollo económico de Colombia. Hay que creerlo.