Administrativamente para el Municipio y para la ciudad es muy delicado lo que confirmó la supervisión externa contratada este año por Aguas de Manizales dirigida a evaluar el proyecto de construcción de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) Los Cámbulos. Cerca de $40 mil millones pagados en adelanto a la firma contratista Fypasa, de México, para solamente un 1,70% de obra ejecutada de abril del 2022 a diciembre del 2023 en la alcaldía de Carlos Mario Marín, aunque el contrato venía desde el 2021. Muy difícil justificar que se hayan demorado un año y ocho meses para tan exiguo avance en los trabajos y con tantos recursos, que la actual Alcaldía, de Jorge Eduardo Rojas, trata de recuperar por vía jurídica.
En qué parte se quedaron la interventoría, el control interno y los organismos de control municipales que dejaron avanzar las cosas a semejante nivel, sin que nadie se preocupara por advertir al menos de los riesgos que se estaban corriendo con el incumplimiento del contratista. Aún para quienes no saben de ingeniería resulta bastante extraño que pasara tanto tiempo y una obra no despegara. Con el antecedente de que medios de comunicación como LA PATRIA llamamos la atención en varias ocasiones de lo que estaba sucediendo.
No era un avance del 5,85% como aseveraba la administración Marín, ni Fypasa ejecutó obras por el valor total de lo anticipado. Lo que hay hoy es un proyecto fallido que se convirtió en el reto más grande de ciudad, aseguró Rojas esta semana. Dentro de todo lo malo que ha sucedido con la PTAR, lo positivo es que en diciembre del año pasado se pudo dar por terminado el contrato de forma anticipada y Aguas retomó el terreno en el sector de Los Cámbulos para ejecutar obras de mitigación del riesgo que eran urgentes para la zona.
La Alcaldía presentó una demanda penal contra Fypasa por sus incumplimientos, que debe resolver un tribunal de arbitramento internacional -con sede en Bogotá- que se puede complicar y demorar porque el caso también lo investigan la Procuraduría, la Contraloría y la Fiscalía General; además podría venir otra demanda del contratista, anunciada, pero de la que no hay notificación en Aguas. También se hicieron las reclamaciones ante la aseguradora del dinero anticipado. Ya hay una propuesta muy cercana a lo que solicitó Aguas y ahí podrían estar los primeros avances para retomar el proyecto.
Aguas y el Municipio tendrán que actualizar o hacer ajustes a los estudios técnicos, lo que requeriría por lo menos $2 mil millones para resolver dudas que tienen con la cimentación de estructuras, la alimentación eléctrica, los taludes, la cota de inundación y si la obra finalmente se ejecuta, pero por fases. En lo que haya que hacer para desenredar la construcción de la PTAR se debe ser muy transparente y exigente, porque es clave mantener el apoyo del Gobierno nacional en esta iniciativa y de esto podría depender el respaldo para volverle a dar aire a un proyecto que necesita la ciudad desde hace muchos años para su equilibrio ambiental.
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