Además de celebrar hoy los 214 años de la Independencia de Colombia, se moverá fuerte la política nacional. Contrario a la rutina del 20 de julio de cada año con la instalación del presidente de la República de un nuevo periodo de sesiones ordinarias del Congreso, para Senado y Cámara de Representantes, este inicio de la legislatura es esperada porque definirá cómo y con quiénes se van a manejar los pesos políticos y los contrapesos en lo que viene para el Gobierno.
Hoy se elegirán presidentes y resto de mesas directivas en ambas cámaras, marcando el camino de las reformas y proyectos de ley que el Gobierno de Gustavo Petro, que llega a la mitad de su periodo, quiera volver a radicar para insistir en su aprobación o con nuevas propuestas. La puja política no está nada fácil, e igual que sucede en los concejos municipales y las asambleas departamentales cada año, en el Congreso se parte de acuerdos políticos establecidos entre las bancadas desde el primer año, pero lo que definirá es lo acordado en estos últimos días.
La Presidencia del Senado le corresponde al Partido Conservador, en el que no hay desacuerdos en que el postulado sea Efraín Cepeda Sarabia, un avezado político barranquillero de 74 años, que lleva desde 1994 como senador; preside el Directorio Nacional Conservador. Los conservadores se declararon en independencia, oponiéndose a buena parte de las reformas y por eso el petrismo ya le solicitó no convertirse en palo en la rueda para el trámite de los proyectos. La pelea fuerte será para elegir presidente de la Cámara, que le corresponde al Partido Alianza Verde.
Hay dos representantes pujando: Jaime Raúl Salamanca, de la línea del gobernador de Boyacá, Carlos Amaya, y con apoyo del petrismo, y Katherine Miranda, que representa el sector centro de los verdes, crítico del Gobierno y con respaldo de los partidos opositores. Solo hoy se sabrá qué sector obtiene mayorías y determinará los aliados con los que Petro inicia esta legislatura para defender el paquete de proyectos programado; al que se le deberá exigir que estén bien formulados y soportados, porque el balance de los primeros dos años no es bueno y el tiempo para ejecutar empieza a agotarse, igual que la paciencia en las regiones, donde sienten necesidades crecientes por falta de inversión nacional.
Hay mucha inquietud en el país por lo que vaya a decir hoy el presidente en su intervención de instalación. Fuera de que llame a los congresistas a un acuerdo nacional, hable de agilizar el acuerdo de paz del 2016, de sus reformas y de convocar a una constituyente, lo verdaderamente importante para los colombianos es que los senadores y los representantes legislen pensando en el interés general y no en el particular, se dediquen a hacer un verdadero control político al Gobierno y las instituciones que les corresponde, porque son muchas las explicaciones que tienen que darle al país sobre todo el desgreño, los escándalos y los señalamientos de posible corrupción, que deben ser aclarados. Ese es el Congreso que se espera.