Los colombianos expresaron el domingo en las urnas el cansancio y la desconfianza generalizada que hay con respecto a lo que representa el presidente Gustavo Petro y su grupo político, el Pacto Histórico que aglutina el progresismo y los partidos de izquierda. Después de llegar con una votación histórica al cargo -con 11 millones 281 mil votos en todo el país- y con tan solo 15 meses al frente del Gobierno, parece ser que esos resultados de junio del año pasado fueron flor de un día y hoy Petro está viviendo el momento más antipopular.
Aunque los politólogos afirman que una cosa son las elecciones presidenciales y otra bien distinta las regionales, como las que acaban de pasar, se esperaba que ese fenómeno en que se constituyó el petrismo en el 2022 obtuviera una representatividad alta. Pero no hubo resultados en consonancia con el cambio que se promulgó iniciar; con las marchas de apoyo a las que ha convocado el presidente, según reportes del propio Pacto con asistencia multitudinaria; ni con el trabajo de los congresistas del Pacto y las líneas políticas que acompañan a los gobernantes que están terminando periodo este año.
Según los resultados de la Registraduría, el Pacto Histórico solo alcanzó una gobernación, la de Nariño; una en coalición, la de Amazonas, y las de Magdalena y de Caldas cuyo logo no aparece en los respaldos de los ganadores, pero serán gobernadores políticamente cercanos al presidente a través de exmandatarios y ministros, como el caso de Caldas con el mintic, Mauricio Lizcano. En cuanto a las alcaldías, ninguna al menos de ciudad capital obtuvo el Pacto. Y lo ocurrido en Bogotá, al elegir a Carlos Fernando Galán alcalde en primera vuelta, siendo esta ciudad epicentro del petrismo, es una fuerte derrota. Lo que operó fue el voto castigo, como sucedió el año pasado en las presidenciales contra el expresidente Iván Duque. Una especie de efecto búmeran para el petrismo, porque hoy las fuerzas de derecha salieron ganadoras.
Ese será el caballo de batalla que tendrán que enfrentar senadores y representantes a la Cámara para el debate y votación de las reformas en el Congreso que insiste hacer Petro, muchas que requiere el país y otras no tanto en este momento. Cómo estarán las cosas para el petrismo, que como efecto de lo ocurrido con la votación del domingo, el precio del dólar libre cayó unos $980. No obstante, hay que tener en cuenta que Petro anunció que como presidente se relacionará con todos los mandatarios locales electos, y en su alocución expresó que trabajará para articular sus propuestas de campaña. Bien importante para el país que no incurra en tratamientos diferenciales con los que no son de su corriente.
El Gobierno Petro no puede ser sordo ni ciego frente a estos resultados. El pueblo se pronunció en democracia y hay un fuerte mensaje que le está enviando al presidente y a todo su grupo de trabajo, porque quiere decir que ni las formas ni el fondo son aceptados. Lo que viene debería ser sentarse a revaluar, entre ello la necesidad de cambio en ministerios y cabezas de entidades del Estado que no están dando los resultados esperados. Si de verdad quieren estructurarse como el Gobierno del Cambio deben actuar ya, porque cuatro años son tiempo muy corto para corregir y ejecutar, que es lo que le están pidiendo al presidente.