¿Qué hay para hacer en la ciudad?, se vuelve pregunta recurrente entre quienes nos acostumbramos a lo cotidiano. Parte de las respuestas las encuentran nuestros lectores en las páginas de este especial de Manizales La Más, que ofrecemos hoy por segundo año consecutivo, convencidos de ser una ciudad donde son más las cosas buenas que ocurren, los avances por mostrar, las experiencias para replicar, los sitios para visitar, la gente corriente con historias extraordinarias que merecen ser contadas, visibilizadas y revividas, pero que el discurrir del diario vivir las va opacando. Que los árboles no te impidan ver el bosque, dice un adagio popular.

Escalar dos casillas en el Índice de Competitividad de Ciudades 2023 y mantenerse entre las seis primeras de Colombia y la mejor del Eje Cafetero deja a esta capital y a su Área Metropolitana, ya constituida, como una región apta y atractiva para el desarrollo empresarial, el turismo, el comercio, la inversión de capitales; donde se pueden encontrar bienes, servicios e instituciones como los que se sumaron a la edición de hoy como anunciantes. Ser ciudad intermedia se ha ido convirtiendo en otra ventaja competitiva, porque los problemas que la aquejan son de más fácil resolución que los que enfrentan grandes urbes colombianas. Es parte de lo que hace diferente a Manizales.

Estas particularidades se encuentran fácilmente en las 12 comunas que representan lo urbano y en los 7 corregimientos de la ruralidad. Un ejemplo que traemos hoy a colación es el de La Enea, que se considera un barrio de contrastes por sus dinámicas. Poco a poco se ha ido conformando una especie de ciudadela, en límites con la zona industrial, con una amplia oferta gastronómica, como ocurre en muchos otros barrios y también en veredas del municipio. Esto puede verse, por ejemplo, en los 18 kilómetros que unen la Estación Uribe con Cenicafé, el centro nacional de investigaciones del sector cafetero, por la antigua vía a Chinchiná, que se está convirtiendo en una ruta turística en proceso de extensión.

Más para hacer en Manizales. Visitar sus parques llenos de naturaleza y de historia donde se mezclan las generaciones, y otros nuevos como el Skatepark del barrio La Carola que abre camino a la cultura urbana y a los jóvenes. Hay que sumar otro gran atractivo de ciudad, la Red Pública de Ecoparques entre los que están Los Alcázares, Los Yarumos y el Bosque Popular El Prado como muestra del ecosistema que nos rodea, donde el avistamiento de aves adquiere cada vez más importancia y seguidores por la riqueza que poseemos en estas especies. No podemos dejar de mencionar el deporte, que sigue despertando pasión por su equipo el Once Caldas, pero también por la práctica de otras disciplinas en espacios como la Unidad Deportiva Palogrande.

Somos ciudad de contrastes y se nota en lo que ofrece y propone a propios y visitantes. La Catedral Basílica, que además de turismo religioso tiene un tour extremo con su ascenso hasta el Corredor Polaco a 104 metros de altura desde la calle; la subida a Chipre y la bajada hasta Santágueda, cada uno con sus climas extremos y una amplia gama de servicios; el Centro, con su historia, y el comercio que trata de parangonarse con la modernidad; los centros comerciales, los establecimientos diurnos y nocturnos que hacen de esta una capital con muchas cosas por hacer. El plan es Manizales, lo invitamos a hacerlo.