Pasaron los empalmes, las posesiones, la conformación de gabinetes, el nombramiento de funcionarios, la formulación del Plan de Desarrollo y los tres primeros meses de Gobierno. Han sido 100 días para despegar en lo Administrativo, poner la casa en orden y trazar línea de lo que van a ser los cuatro años del periodo. A eso han estado dedicados el gobernador de Caldas, Henry Gutiérrez Ángel, y el alcalde de Manizales, Jorge Eduardo Rojas Giraldo, en sus territorios. De ambos se espera que empiecen una ligera gestión de recursos para alcanzar lo que prometieron y no repitan incumplimientos del pasado.
El gobernador Gutiérrez estuvo muy dedicado a la elaboración del Plan de Desarrollo Departamental. Dice haber recorrido 3 mil kilómetros de Caldas en 20 días para este fin, pero ya debe pasar esa página y dejar el trámite del Plan en subalternos, para concentrarse en las banderas de su Gobierno: vías, infraestructura hospitalaria y turismo. No se ve muy claro que lo pueda lograr exclusivamente con recursos por regalías o otros que vengan del Gobierno nacional. El Departamento tiene que empezar a hacer sus propios esfuerzos y el gobernador salir a buscar otras opciones de financiación de proyectos, que es para lo que está un mandatario como administrador del territorio.
Preocupa mucho que aunque Gutiérrez diga que no dejará de lado la vivienda, claramente no está entre sus prioridades. Esa fue la bandera de su antecesor, Luis Carlos Velásquez, que entusiasmó tanto en los municipios, pero lo que hay hoy es proyectos que no arrancan o están inconclusos y la Gobernación no tiene los recursos disponibles para destrabarlos. Es una situación bastante delicada porque hay compromisos legales de por medio y a la que sí o sí se debe responder, aunque no esté entre sus planes. Igual sucede con los grandes proyectos de región.
El alcalde Rojas, con la experiencia de quien ha pasado por el cargo, la tiene clara y se le nota en su discurso, en el balance con cifras de los primeros 100 días y en las apuestas para mejorar la ciudad. Siente que la gente tiene esperanza con esta nueva Administración y él promete no bajar esa moral. Desde enero le presentó al Concejo un paquete de ocho proyectos de acuerdo sobre temas clave para situaciones que requerían atención inmediata y logró su aprobación. Hizo cambios en la estructura de la Administración y quedó con facultades que ahora tienen que empezar a arrojar resultados.
No obstante, lo que Rojas encontró internamente en el Municipio es muy preocupante. Un solo dato de su antecesor, Carlos Mario Marín, es que llegó a mil contratos por prestación de servicios en la Administración central, sin contar los de las entidades descentralizadas que hoy buscan cómo salir del sobreendeudamiento. Esto obliga a que fuera de los planes en lo económico, la salud mental, el ordenamiento urbano, la movilidad, la infraestructura vial, la educación, la cultura y el deporte, Rojas deberá enfocarse en sanear las golpeadas finanzas municipales y no permitir que los problemas fiscales se acrecienten. Gobernador y alcalde, tienen serios retos por asumir. El tiempo que viene es para empezar a resolverlos.