Será que tanta permisividad y condescendencia es lo que nos está llevando en la región a que muchos contratistas se sigan relajando con el cumplimiento de los cronogramas y con los presupuestos en los proyectos de obra pública para las entidades territoriales, llámese alcaldías o Gobernación de Caldas. La ciudadanía quisiera ver ordenadores del gasto estrictos y apegados a las normas, no abiertos a pagar sobrecostos ni a extender plazos sin justificación probada. También se quisieran interventores de lo público exigiendo semana tras semana y no dejando pasar por alto errores técnicos y demoras como si nada raro estuviera ocurriendo con los contratos.
Los gobernantes ya deben tener identificadas todas las irregularidades en proyectos de infraestructura que recibieron de sus antecesores y que están poniendo en riesgo de convertirlos en elefantes blancos. Ejemplo, una de las Vías del Hermanamiento, entre Riosucio (Caldas) y Jardín (Antioquia). Se trata de un contrato que adjudicó el exgobernador Luis Carlos Velásquez al consorcio Elein Samaná en septiembre del 2022 para construir 6,5 kilómetros de vía, pero las obras empezaron el 2 de enero del 2023. Ya pasaron 15 meses y no hay un kilómetro pavimentado, lo que no tiene excusa por tratarse de un tramo tan pequeño. Los avances son pocos, obras iniciales en unos 2,5 kilómetros como constataron periodistas de LA PATRIA que recorrieron la zona la semana pasada.
El llamado que hacemos es porque si bien la Secretaría de Infraestructura de Caldas tramita una sanción a Elein Samaná por unos $1.600 millones y que todavía no está en firme, le concedió a la vez una prórroga de siete meses más para culminar -1 de noviembre de este año-. Administraciones municipales han hecho lo mismo, pero con proyectos avanzados, no tan quedados como este. Sumado a que la obra vial ha tenido suspensiones por protestas ante la falta de pago a trabajadores.
Otra vía del occidente caldense que une a Caldas y Antioquia es Supía-Caramanta para la que ambas gobernaciones firmaron un acuerdo en el 2021 a través de la Región Administrativa de Planeación (RAP) del Agua y la Montaña y pavimentar un tramo. El proceso de contratación estaba en trámite con la Administración de Velásquez, pero del cual no ha mencionado nada el gobernador, Henry Gutiérrez, aunque en Supía vienen pidiendo la obra porque permitirá mejorar las condiciones de vida a las familias rurales de ese municipio, sobre todo en épocas de lluvias en las cuales se han quedado incomunicados.
Hasta la Asamblea de Caldas cuestionó en sus sesiones de marzo que la Gobernación solicitara en un proyecto de ordenanza $9.400 millones para la Secretaría de Infraestructura con destino a los contratos Riosucio-Jardín y el tramo II Berlín-Florencia (Samaná) adjudicados al consorcio Elein Samaná. Se pidió a la comisión accidental de seguimiento a estas vías del Hermanamiento y a las del Renacimiento (Dorada-Norcasia-Puente Linda-Sonsón) poner la lupa, ya que los organismos de control no lo han hecho. La ley permite rescindir contratos por incumplimiento, y con este tipo de contratistas debería aplicarse figuras como esa, así se tenga que buscar un nuevo contratista para que continúe y concluya bien las obras.