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La inseguridad en el municipio de Palestina (con cerca de 17 mil habitantes) es tema de gran preocupación de los pobladores de este municipio del centrosur de Caldas, por distintos factores que en muchos casos no están identificados. La cantidad de heridos por armas blancas y de fuego que se reportan allí, como los asesinatos durante el último año (6), que ubican a ese municipio entre los de cifras más altas de homicidios por cada 100 mil habitantes (36) en la región, durante el 2022, tienen que llevarnos a buscar los orígenes y actuar sobre ellos.
Otras poblaciones más grandes, como La Dorada, Chinchiná, Pensilvania y Manizales también tienen cifras elevadas en relación con el número de sus habitantes, pero el indicador es bastante más bajo y, de hecho, la tendencia se mantiene hacia el descenso. En el caso de Manizales, por ejemplo, en el 2022, se reportaron 34 homicidios, que corresponden a una tasa por debajo de los 8 casos por cada 100 mil habitantes, muy cerca del promedio mundial, que es de 6 homicidios por cada 100 mil habitantes.
Casos como el ocurrido a mediados de octubre pasado, cuando en el corregimiento de Arauca fueron asesinadas dos personas en el sector conocido como La 40, en un ataque sicarial en el que otra persona quedó herida. Uno de los asesinados era conocido allí por cantar en bares nocturnos, pero se desconoce quiénes serían los responsables del asesinato. Otros casos más de riñas e intolerancia terminan con heridos que evidencian el alto grado de inseguridad que se vive en ese municipio.
Adicionalmente, en Arauca los habitantes se quejan por las misteriosas explosiones que se vienen escuchando desde septiembre pasado, sobre todo en las madrugadas, y que hacen vibrar viviendas de ese población, de las que las autoridades solo dicen que podrían deberse a acciones de minería ilegal, sin determinar el lugar exacto y los responsables de ese delito, que debería ser considerado prioridad en el control que ejerza la Fuerza Pública en ese lugar del municipio.
La comunidad señala que eso ocurre en el sector de La Carrilera, y que pese a que han pasado cuatro meses de esta situación, la Alcaldía no se ha preocupado por investigar lo que está pasando. Solo hasta ahora la Policía, acompañada por el Ejército y los Bomberos, con el acompañamiento técnico de Corpocaldas, comenzaron a recorrer las orillas del río Cauca para tratar de hallar el posible origen de las explosiones.


Todos estos casos que generan inseguridad y preocupación de la comunidad deben ser afrontados con firmeza, en procura de identificar los factores que están llevando al incremento de estas situaciones de violencia, así como a la zozobra que ya se siente en varios sectores del Municipio. Un trabajo coordinado y con el claro liderazgo del alcalde, Mauricio Jaramillo, es necesario en un momento como el actual.