El 25 de enero de este año la Alcaldía fue autorizada por el Concejo para crear la Oficina de la Internacionalización. Con ello Manizales quedó como uno de los 13 municipios, de los 1.100 constituidos en Colombia, que tienen una base institucional dedicada a diseñar productos, servicios y operaciones para abrirse a mercados internacionales. Esta dependencia se convierte en una oportunidad para el municipio, en un mundo cada vez más globalizado para lograr mantener las economías y en lo que la cooperación entre países es algo inevitable.
Sin embargo, hay que ser muy cuidadosos de no caer en terrenos que el Municipio ya ha pisado con resultados nefastos. No está muy lejos el famoso caso de Liberland en Manizales, en noviembre del 2022, siendo alcalde Carlos Mario Marín. Con bombos y platillos anunció públicamente la firma de un memorando de cooperación con Randy Thompson, representante de Liberland en Colombia, que ofrecía 5 mil cupos gratis para estudiar inglés. Marín estampó su rubrica sin saber que se trataba de una nación inexistente y que Thompson se acercó a la Alcaldía con documentos falsos, que solo días después logró desentrañar una concejal de la ciudad durante una sesión de control político.
Lo que Marín calificó en medios nacionales como lamentable y desafortunado, en realidad fue un golpe muy negativo para la imagen de Manizales, que se volvió tendencia en redes sociales por un despropósito administrativo y se convirtió en motivo de burla internacional. Fue un episodio de esos que se quisiera borrar de la historia local, pero que debe estar presente para no incurrir en este tipo de errores cuando se busca establecer acercamientos con personas de otros países, que muchas veces vienen a prometer lo divino y lo humano, pero sus intenciones no son buenas. La actual Oficina de la Internacionalización deberá ser muy cuidadosa para no caer en trampas ni engaños como el de Liberland, y lo logrará si pone a funcionar todos los controles diseñados desde lo público.
También deberá esta Oficina cuidarse y evitar que los convenios establecidos, los acuerdos, los hermanamientos entre ciudades no queden en letra muerta, en simples actos sociales que poco representan para el Municipio. Debe lograr, como se propuso desde sus inicios, ser puente y facilitador de las relaciones con otros países; focalizar el trabajo en los proyectos estratégicos del Plan de Desarrollo Municipal 2024-2027; fortalecer las organizaciones de la sociedad civil, las empresas y las instituciones locales, como por ejemplo las universidades; trabajar en alianza con otras dependencias municipales, del Área Metropolitana Centrosur de Caldas, departamentales y nacionales. Todo esto si se quiere facilitar la llegada de la inversión y la cooperación extranjera.
En estos tres meses, la Oficina de la Internacionalización se ha movido con dos eventos grandes: Diplomacia de ciudad, al que llegaron 40 invitados de 15 nacionalidades, 11 de ellos de embajadas, y esta semana la sesión del Parlamento Andino con sus 25 integrantes de 5 países; además de las visitas de embajadores, cónsules, delegados comerciales y profesionales en diferentes áreas que han visto las bondades de Manizales en materia económica, turística, educativa y han regresado a sus países comprometidos a sumarse a la internacionalización de la ciudad, intercambiar prácticas y mejorar modelos de gestión. Abogamos porque así sea.