Si hay algo que los caldenses sienten necesario es que los mandatarios resuelvan los problemas viales del departamento. Así lo indicaron desde las elecciones de octubre del año pasado, según encuestas, porque la buena conectividad vial es un factor que mejora la calidad de vida y promueve el desarrollo de los territorios. Así se debería entender y debe ser prioridad de las administraciones. Sin embargo, se mantienen los puntos viales críticos, para los que se han pedido obras, incluso desde hace varios años atrás.
El gobernador, Henry Gutiérrez, y los 27 alcaldes de Caldas fueron electos en octubre y asumieron en enero cuando las vías del departamento no estaban generando ningún inconveniente. El mejor ingeniero de las carreteras es el tiempo seco, es el decir popular; pero ahora que está partiendo el Fenómeno de El Niño, que se caracteriza por este clima, para darle paso a un periodo de lluvias fuertes en el país, como tradicionalmente sucede en el segundo trimestre del año, ya empezaron los problemas.
Con las primeras lluvias se reactivó la vieja inestabilidad de una inmensa ladera que afecta dos vías del oriente; una principal, Manzanares-Petaqueros, y la que comunica a las veredas Llanadas y Las Margaritas, donde hace ocho días hubo un derrumbe de grandes proporciones. El material quedó a media montaña y empezó a amenazar el río Santo Domingo, viviendas cercanas y la vía principal, que está en la parte baja. La Gobernación llevó maquinaria y ordenó el cierre Manzanares-Petaqueros entre las 10:00 p.m. y las 5:00 a.m. porque siguen cayendo piedras y tierra. Si llueve, el cierre será inmediato, anunció.
Las medidas deben ser acatadas por quienes transitan para evitar complicaciones, pero lo que allí se requiere, igual que en otros sectores de Caldas como El Brillante, en Pácora, considerado el punto más crítico de todas las vías por la magnitud de la inestabilidad, son obras definitivas que solucionen problemas viales que llevan años y salen a relucir en cada invierno. En El Brillante anuncian trabajos para empezar a construir una variante por la montaña, pero los inicia la Gobernación en medio de la llegada del periodo de lluvias y se sabe que empieza a retrasar los tiempos, a encarecer las obras y a empeorar las condiciones.
La Secretaría de Infraestructura de Caldas ya dijo que en las tareas previas para iniciar obra en la vía Manzanares-Petaqueros se pueden demorar tres o cuatro meses, en los que pueden suceder muchísimos contratiempos porque no solo se trata de la ladera, también deben enfocarse en la corona de la montaña. La Gobernación y las alcaldías deben tener muy presente que con las lluvias se avecinan tiempos complicados para mantener las carreteras en buenas condiciones, pero también las vías urbanas que comenzaron el 2024 con desgastes. No es suficiente contar con maquinaria disponible, lo principal es que en los presupuestos existan destinaciones específicas para las soluciones que requieren las afectadas vías de Caldas e incluso reservas para cualquier eventualidad.
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