El despegue de la vida administrativa se da cuando los mandatarios llegan a 100 días de ejercicio. Eso será este martes para gobernadores y alcaldes que asumieron las riendas de departamentos y municipios el 1 de enero. Dejan de ser primíparos, así hayan ocupado el cargo en anteriores oportunidades; estos días fueron para conocer en plata blanca el estado de sus administraciones, cómo se encontraban por dentro, preparar sus planes de desarrollo, estructurar equipos y establecer hacia dónde quieren dirigir las riendas. No hay lugar a más espera.
Ahora todos deben caminar hacia la adecuada gestión de lo público con sus gabinetes, en respuesta a los electores que los llevaron al cargo. Ya cuentan con el presupuesto anual asignado y adaptado a sus necesidades, se esperaría que también haya ocurrido con el personal necesario para la ejecución de políticas, planes y programas. Son periodos de tan solo cuatro años y tienen que actuar de forma diligente si quieren concluir mostrando logros, no pendientes que es el mayor reclamo a los gobernantes cuando incumplen.
Durante estos días muchos se han chocado con estrechos presupuestos, con información que no coincide con lo que recibieron de sus antecesores, con problemas de hondo calado que desconocían. Esto se lee en un informe especial que publicamos hoy con opiniones del gobernador y de 26 de los 27 alcaldes de Caldas (Salamina no respondió), consultados sobre lo que les sorprendió tras el proceso de empalme. Pero también hay mandatarios para los que el camino ha sido más llevadero, aunque en el departamento muchos han tenido que sortear más rápido de lo que pensaban una serie de dificultades por hechos de inseguridad y ambientales generados por el Fenómeno de El Niño.
Desde lo político, ya están definidas las bancadas de gobierno en Asamblea y en concejos, que serán la mano derecha en los territorios. Teniendo en cuenta que así el gobernador, Henry Gutiérrez, tenga una cercanía con el presidente Petro, la interlocución con el Gobierno nacional no ha sido fácil para otros que representan orillas políticas contrarias, sumado a que el Gobierno no ha mostrado mayor interés por iniciativas de esta región. Por eso los mandatarios en Caldas quedan a expensas de las gestiones que logren consolidar junto a sus colaboradores y asesores, de la capacidad de buscar recursos y apoyos a través de esquemas innovadores, lejos de métodos tradicionales que no funcionan porque estos son tiempos de globalización.
Los primeros 100 días deben haber servido también para ajustar acciones de buen gobierno, para implementar procesos de transparencia en la contratación, de manejo de datos abiertos, de participación ciudadana. De esto poco o nada han hablado ni hecho los mandatarios durante este tiempo. Y no es precisamente por redes sociales como lo van a alcanzar, son herramientas de comunicación indispensables en esta época, pero no la primordial. Los gobernantes no pueden olvidarse de interactuar, de adoptar posiciones dialogantes y de llegar a consensos; todo esto tan útil para el desarrollo de sus administraciones, tal como lo fue en campaña.