Dice mucho la baja aprobación que obtuvieron por su desempeño como mandatarios el alcalde de Manizales, Carlos Mario Marín; el gobernador de Caldas, Luis Carlos Velásquez, y el presidente de la República, Gustavo Petro; según la encuesta que elaboró la firma Invamer para LA PATRIA con 1.000 personas en el departamento. Los candidatos que ganen este domingo en las urnas lo deberán tener en cuenta para no repetir los mismos errores y pagar este alto costo cuatro años después. Marín fue el de mayor desaprobación (67,9%). Le dicen que en cuatro años de Administración hizo menos de lo que la gente esperaba, y la consecuencia es que para el 53,2% de los encuestados las cosas en la ciudad están empeorando. Nada más nocivo para una capital. Siendo el alcalde de mayor votación en la historia de la elección popular (75.697 votos), no supo capitalizar ese caudal por los errores administrativos cometidos y no tiene cómo continuar un proyecto político a su nombre.
Aunque a Velásquez le aprueban su desempeño con 39,7% tampoco le va bien. Esa calificación es sobre 100 o sea que resulta rajado, 44,4% de los encuestados creen que el gobernador hizo menos de lo que se esperaba y 41,5% estiman que las cosas en Caldas están empeorando. Esto reafirma el decir en la región, que es tan mala la imagen de la Administración Marín que tapó los errores de la Administración Velásquez. Es claro que no fueron periodos fáciles por lo que les tocó sortear con el año de pandemia, pero esa no puede ser excusa para haber dejado de hacer. Ejemplos tenemos de exalcaldes de Manizales que en dos años y medio transformaron la ciudad o al menos sentaron bases.
Esta encuesta preguntó también por el principal problema que se debe resolver. En Caldas es el estado y mantenimiento de vías, con un 37,7%, y en Manizales son la inseguridad (42,1%), la movilidad (26%) y el desempleo (23,9%). Eso está indicando que los electores deben evaluar muy bien las propuestas de gobierno de los candidatos y sus promesas de campaña, si concretamente están diciendo cómo solucionar estos problemas y así se los exigirán desde cuando asuman los cargos el 1 de enero del 2024.
Definitivamente Caldas no es un departamento petrista. El presidente no alcanzó aquí la voluntad para llegar al cargo, y según esta encuesta de Invamer, esa tendencia se mantiene y se refleja en 67,3% de los encuestados que desaprueban su labor y 67,5% que creen que el país va por mal camino. Las decisiones desacertadas, los escándalos y la reformitis le están pasando cuenta de cobro. Innegable que esta mala imagen de los gobernantes afectó su gobernabilidad, y por ello es primordial elegir bien, a conciencia y sin tapujos, porque muchos candidatos se camuflan en partidos y coaliciones para ocultar a los que realmente están detrás de sus aspiraciones y que los acerca al petrismo, por ejemplo.