Para el escritor bogotano Antonio Ortiz un libro es “una herramienta que nos lleva a vivir diferentes vidas”. Vino a Manizales como invitado de la Gobernación de Caldas para la entrega de 96 bibliotecas, constituida cada una por 36 textos dirigidos a estudiantes de preescolar y básica primaria en las escuelas y colegios públicos más apartados de las cabeceras municipales. No es una dotación para adecuar una gran espacio lector, pero es un buen comienzo para ir acercando a los escolares a los libros, así como también a docentes y padres de familia y que la biblioteca cumpla una función comunitaria.
Leer abre puertas al conocimiento; pero sobre todo permite desarrollar destrezas tan importantes como el pensamiento crítico, la comprensión lectora, la creatividad, el lenguaje, la expresión oral y escrita, entre muchas otras de las que no se puede privar a nuestros niños y adolescentes. La lectura forma parte de casi todas las pruebas de calidad educativa en el país y el mundo, por eso poner al servicio una biblioteca es permitir que a bajo costo se acceda al resto del mundo. La Gobernación solo invirtió en este programa $60 millones.
Datos interesantes que validan la importancia de las inversiones en el fomento de la lectura aparecen en el estudio Hábitos de lectura, visita a bibliotecas y compra de libros en Colombia 2023, elaborado por la Cámara Colombiana del Libro y que sorprende con que el 72% de la población colombiana lee, y de estos, 55% lo hace en libros físicos, 8% prefiere hacerlo por medios digitales. La zona del país en la que más leen libros es Antioquia y el Eje Cafetero, por encima de la zona centro oriente y Bogotá. Otras mediciones hablan de que en Colombia, en el 2020, el promedio de libros leídos por mayores de 11 años fue 3,9 como aparece en el Informe de Calidad de Vida de Caldas 2018-2022. Sin embargo, el gobernador, Henry Gutiérrez, asegura que el promedio en Colombia es de 1,9 libros al año y por eso hay que apostarle más a la lectura.
Este programa de las bibliotecas no es nuevo, se desarrolla a través de la Secretaría de Educación Departamental y el año pasado entregó 50. Para irlo mejorando se debería contemplar que con la Secretaría de Cultura y en un trabajo conjunto sumen recursos para apostarle también a que los escritores de la región puedan publicar sus producciones literarias, que de mucho servirían a las bibliotecas escolares del departamento para alimentarlas y hacerlas crecer; apoyar además eventos como ferias del libro, tertulias, encuentros literarios y otros muchos que han existido en Caldas, pero han sucumbido por no tener ayuda. Así es bien difícil fomentar la lectura.
La meta de la Gobernación es entregar más bibliotecas a instituciones educativas del departamento. El plan también debe estar enfocado en que los estudiantes de todos los grados se acerquen a estos espacios y descubran lo apasionante que puede ser la lectura, bien sea que se haga por medios físicos con los libros o por medios digitales cuando se tienen al alcance. Un solo libro puede ayudar a cambiar la vida de toda una comunidad.