Abril también es un mes para reflexionar sobre la equidad de género, el liderazgo femenino, la participación de las mujeres en la economía y su papel como promotoras del cambio y de procesos de desarrollo. Nada de esto puede circunscribirse a una fecha conmemorativa en marzo de cada año. Visibilizar sigue siendo la tarea de la sociedad, pero también mostrar lo que no está permitiendo que hombres y mujeres, aunque con sus diferencias indiscutibles desde otros ámbitos, podamos estar a la par en campos como el laboral y el económico.
Resulta increíble que pasadas dos décadas del siglo XXI, con todo y la modernidad y los avances tecnológicos que se han logrado, haya que seguirse desgastando para que las personas encuentren valor en la labor casi siempre silenciosa, invisibilizada, escasamente reconocida del trabajo doméstico y las labores de cuidado, que recaen por lo general en las mujeres. El mundo no sería el mismo sin este aporte diario para mantener un hogar con todo lo que demanda y la fuerza productiva atendida; tampoco la economía y la sociedad podrían ser iguales.
Hay que sopesar además que muchas mujeres se limitan de participar en el mercado laboral o desisten del sistema educativo y no pueden obtener un título profesional. Sacrifican los proyectos de vida para asumir las funciones dentro del hogar. Otras se someten a tener que duplicar sus jornadas por ingresar al mercado laboral sin abandonar las cuestiones domésticas. Surge la pobreza de tiempo, porque no encuentran el suficiente para ejecutar todas las actividades a su cargo. La Encuesta Nacional de Uso del Tiempo señala que mientras las mujeres están haciendo 8 horas de trabajo remunerado y 8 horas de trabajo de cuidado en sus casas, los hombres hacen 9 horas de trabajo remunerado y tan solo 3 horas y 50 minutos de labores de cuidado.
Esta es solo una de las brechas que siguen poniendo a la mujer en condición de desigualdad. Existen otras como limitarlas para acceder a cargos directivos y de toma de decisiones solo por el hecho de ser mujeres. Se les considera débiles para estas funciones, que se confían con mayor facilidad a los hombres. Se quiere generar empoderamiento femenino y autonomía económica, pero el mercado en promedio ofrece salarios más bajos a las mujeres, así tengan buenos niveles educativos, que los que les pagan a los hombres en los mismos cargos. La maternidad también las hace vulnerables, porque todavía hay empleadores que consideran a las mujeres menos productivas por esta causa y la discriminación se mantiene con respecto a los hombres, para los que también debería ser obligatoria la licencia de paternidad.
LA PATRIA realizará hoy, a partir de las 9:00 de la mañana en el auditorio de la Cámara de Comercio, el foro Liderazgo Femenino que genera desarrollo en Manizales, con apoyo de la Alcaldía a través de la Secretaría de la Mujer y Equidad de Género y seis invitadas de lujo. Mujeres en distintos campos que han logrado sobresalir y hacerle significativos aportes a la ciudad y la región. Ellas nos estarán contando cómo han logrado superar todas estas brechas e inspirar a hombres y a mujeres para superarlas como sociedad.