Ocho meses duró la luna de miel en la Alcaldía de Manizales con el gabinete municipal, aunque desde temprano y después de posesionarse el 1 de enero se empezaron a escuchar en voz muy baja a quienes no lograban acomodarse al ritmo, las exigencias y las formas de relación del alcalde, Jorge Eduardo Rojas Giraldo, en su segundo periodo como mandatario de los manizaleños. La primera crisis de gabinete estalló esta semana. Hasta el momento el alcalde ha anunciado un par de salidas (Invama y Movilidad) y movimientos en otras dependencias. También aseguró que serán más cambios en su equipo y los justifica en la necesidad de pasar de la planeación a la ejecución.
Ese argumento ha sido ampliamente usado antes y debería revisarse, pues no resulta claro del todo. Casi siempre se combina con otras voces que refieren presiones políticas, como lo han insinuado algunos sobre la salida de otros secretarios de despacho y directores que estarían en capilla para ser retirados o cambiados. No se discute la competencia legal para hacer ajustes en el equipo de Gobierno, pero no favorece a nadie, y mucho menos al alcalde Rojas, que se abra espacio para hablar de tratos inadecuados y modos de relación cuestionables entre el líder y su equipo de trabajo.
La gestión de recursos públicos es un asunto complejo, delicado y lleno de exigencias legales que demandan tiempo; por ello los secretarios deben ser ágiles al ejecutar sin correr riesgos jurídicos. Si por sus competencias no les rinde la ejecución, deben ser reemplazados. En este sentido, también se mencionan dificultades como el excesivo control del mandatario y la poca autonomía de los secretarios. Además, en muchas ocasiones hemos visto funcionarios con proyección política que pierden sus roles y en lugar de administrar lo público se dedican a usar la posición que ocupan para fortalecer sus plataformas políticas y aspiraciones. Si este es el caso, bienvenidos los cambios.
Mención especial merece la terminación de contratos de la secretaria General y los subgerentes Comercial y Técnico y de Operaciones en Aguas de Manizales. Tres profesionales con trayectoria de años en la empresa, que fueron retirados sin mediar explicaciones, asumiendo importantes costos de indemnización y en medio de uno de los peores climas laborales de la historia de la entidad, según señalan algunos funcionarios. Importante sería que la Gerencia y el alcalde contaran lo que motivó estas salidas, pues nada bueno parece haber detrás de estas determinaciones.
El alcalde es un ejecutivo con experiencia y de sobra sabe lidiar con estos asuntos, sabe que la verdad es la mejor carta de presentación, pues casi siempre tiene la fuerza para salir a la luz pública, y sabe que un líder es del tamaño de su equipo y por eso necesita los más grandes líderes a su lado. Un gabinete sólido, con vocación de servicio y capacidad de trabajo en equipo, donde todos brillen por su calidad ejecutiva y humana, es lo mejor que le puede suceder al Municipio. No se puede dejar espacio para equivocaciones, que pueden resultar fatales en lo público. Y también debe el alcalde actuar rápido, evitar largas interinidades en los cargos que profundizan las demoras y causan retrasos asociados a los relevos.