Nos acostumbramos a dejar todo para última hora y eso nos está pasando cuenta de cobro. Ahí vemos, según cifras del Ministerio de Transporte, a 4 millones 74 mil 194 colombianos que al 16 de mayo no habían renovado su licencia de conducción, como lo obliga la Ley 2161 de noviembre del 2021 para las que vencían en enero del 2022. Se amplió el plazo hasta el 20 de este mes para realizar dicha diligencia, pero el Registro Único Nacional de Tránsito (RUNT) dice que de las 4 millones 628 mil 609 licencias que acogió la medida, hasta ese corte solo habían hecho renovación 554 mil 415, ni siquiera la octava parte.
Es utópico entonces pensar que en 35 días que faltan desde mediados de mayo, se va a alcanzar para licenciar a esos 4 millones 74 mil 194 conductores, más otro número que no se tiene establecido y que corresponde a quienes no están cubiertos por el beneficio, pero también tienen que cambiar licencia por vencimiento. Al Gobierno se le formó un cuello de botella que ahora se ve imposible de desatascar y que se agrava porque para renovar el pase se exige el certificado de un Centro de Reconocimiento de Conductores (CRC), encargado de practicar pruebas para determinar aptitudes físicas y mentales para conducir, y los actuales no dan abasto para cubrir la demanda.
El proceso dura por lo menos dos horas, si no se presentan inconvenientes y dependiendo de la cantidad de personas que estén solicitando el certificado. En Manizales, por ejemplo, solo hay cuatro CRC y cada uno puede atender hasta 60 personas diarias con cita previamente establecida, lo que va restringiendo las posibilidades. La queja recurrente es de quienes han acudido en estas últimas semanas a solicitar una cita, porque les responden que solo hay disponibles en uno o dos meses. Así, hasta quien haya buscado cumplir con sobrada previsión con la obligación caerá indiscutiblemente en incumplimientos.
Aunque el Mintransporte ordenó el año pasado a los organismos de tránsito del país aplicar una medida de pico y cédula para evitar congestiones como las actuales, esto no se tomó muy en serio y ahora todos los conductores buscan atención inmediata para evitarse multas a partir del 21 de junio como ya lo anunció el Gobierno. El Código Nacional de Tránsito establece que conducir cualquier vehículo en Colombia sin licencia vigente puede acarrear una infracción tipo B02 que somete al portador a pagar una multa de 278 mil 600 pesos.
Dejar que se acumulara esta cantidad enorme de licencias, no haber ejecutado como Estado controles estrictos y a tiempo para que a las personas las hubiesen requerido desde antes, lo que no es difícil porque el RUNT maneja bases de datos de los conductores, le pone trabas a un trámite que debe ser expedito, pero hace que se torne en algo tortuoso y dispendioso. Esa responsabilidad no se le puede transferir ahora al ciudadano. El Gobierno debe contemplar la ampliación de los plazos porque finalmente sí se acudió dentro del periodo estipulado por la ley, pero el sistema, como está diseñado, no da para tanta demanda.