Palestina es de los municipios de Caldas con mayor dinámica económica y más elevado potencial de desarrollo. Su ubicación, la riqueza de sus suelos, la diversidad de sus paisajes, la tenacidad de sus gentes, son elementos que definen dicho potencial. El proyecto del aeropuerto, el potencial energético, Santágueda como destino turístico por excelencia del Área Metropolitana del Centrosur, su identificación entre las zonas con mejor rendimiento del cultivo de café, son, entre muchas otras, evidencias concretas de la diversa riqueza de este territorio.
El aprovechamiento óptimo de este potencial depende de muchos factores. Además de asuntos fundamentales como el fortalecimiento de la capacidad institucional (técnica y financiera), un aspecto en el que la mayoría coincide es el estado de la vía de acceso desde Tres Puertas, el cual es un anhelo histórico de la comunidad y los empresarios del turismo y una promesa aplazada de varios gobernantes. Ya son 15 años y con esta, 3 administraciones esperando a que el Gobierno departamental intervenga una vía de alta demanda, pero en muy regulares condiciones.
En el pasado reciente se hizo referencia a la realización de estudios, el compromiso de recursos, el inicio de la adquisición de predios y hasta la preparación de pliegos, procesos que fueron quedando en punta. Mientras tanto, los usuarios de la vía debían padecer con una carretera cada vez en peor estado. Los últimos mensajes compartidos con la ciudadanía a finales de 2022, daban cuenta de la opción de construir una doble calzada de unos 3 kilómetros que incluía la construcción de un segundo puente sobre el río Chinchiná.
Sin incluir la construcción del segundo puente, el costo estimado era de unos $15 mil millones y aunque la Gobernación disponía de una bolsa de recursos del Sistema General de Regalías, estos fueron aplicados a otros proyectos y la vía Tres Puertas-Santágueda volvió a quedar desfinanciada. Hoy se estima que el proyecto cuesta entre 60 y 70 mil millones de pesos. Un proyecto de tal envergadura tiene beneficios evidentes que deben precisarse, con el objetivo de generar opciones de financiación. En algún momento se planteó la alternativa de financiarla con el mecanismo de valorización, pero al parecer la figura no fue muy bien recibida por los afectados.
Gobernación, Alcaldía de Palestina, propietarios e instituciones deben sentarse a definir qué es lo más conveniente. Se trata de una vía sobre un sector de importancia económica y turística para el departamento con la que se avanzará en el mejoramiento de la calidad del entorno y con ello mejorar las opciones de desarrollo. Junto a proyectos complementarios tendientes a elevar la calidad de los servicios públicos del sector, muy seguramente los predios se valorizarán y en consecuencia se mejorará la base y el recaudo de impuestos para el Municipio. Los beneficios bien distribuidos hacen más fácil pensar en la distribución de costos.
Las buenas relaciones entre las administraciones departamental y municipales son la base para construir opciones de desarrollo y claves para superar los atrasos en infraestructura que tienen regiones de valor e importancia estratégica para Caldas. No es el momento de resistirse a una solución estructural e innovadora para esta vía; es mucho tiempo esperando la actuación del Estado y las soluciones parciales de poco sirven para un asfalto que tiene más de 20 años de uso.