Al alcalde de Manizales, Carlos Mario Marín Correa, le faltan 224 días para terminar su periodo y como van las cosas en su Administración le quedará bien difícil cumplir en estos siete meses con las grandes obras de infraestructura que prometió y que harían parte de un pacto por la recuperación social y económica de la ciudad. Lo decimos porque contrario a despejar el camino de sus proyectos, unos que está iniciando y otros que todavía no arranca en firme, se enredan más desde lo técnico y lo económico. Fuera de eso, en un año de elecciones como este se vienen restricciones. La Ley de Garantías Electorales para cierto tipo de contratos e inauguración de obras que entrará a regir el próximo 29 de junio.
Si el Gobierno nacional le da la mano, quizá Marín pueda salir decentemente para los Juegos Deportivos Nacionales, de lo contrario no tendrá cómo lograrlo, pues las obras siguen muy crudas, como se dice en esta tierra. El resto de proyectos quedarán en los anhelos del mandatario. El intercambiador vial de Los Cedros y la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) han registrado retrasos y su ejecución no supera el 13% y cada uno tiene problemas que no se resuelven en tan corto plazo. La adquisición de predios para el primero, y un posible sobrecosto de $21 mil millones para el segundo. Así las cosas, no alcanzará a entregar terminada ninguna de las dos.
El avance de obra civil de la Línea 3 del cable aéreo es de 3,12% y sus progresos más destacados están en los diseños electromecánicos (95%) y en la fabricación de estos equipos (53,08%), escasos para culminar la obra en diciembre, como estaba previsto. El gerente de la empresa municipal Ideas Más reveló que requerirán unos 100 días adicionales, hasta marzo del 2024, debido a que han tenido que sortear la revisión de los diseños de la obra civil y la reubicación de la estación 4 que podrían llevar a tener que disponer de más tiempo. Este proyecto solo tiene dos frentes en ejecución, uno en Los Cámbulos y otro en el sector del estadio Palogrande, y para completar le faltan además los diseños urbanísticos y arquitectónicos definitivos y el Plan de Implantación que deben tramitar en una curaduría.
Lo que no se dice oficialmente es que este proyecto de Línea 3 del cable estaría desfinanciado y que la Administración busca recursos por todas las fuentes posibles. Por respeto con la ciudad y sus instituciones y en consecuencia con el ejercicio transparente y anticorrupción que anunció desde el 1 de enero del 2020 cuando se posesionó, el alcalde en los 224 días que le restan debería pronunciarse reconociendo que no va a lograr lo que tenía programado y explicando realmente y con indicadores técnicos exactos, cómo va a quedar cada iniciativa.
Esta Administración no puede sacar pecho solo por dos bulevares, uno de dos cuadras en la calle 48 que entregaron con un retraso histórico de 15 meses y quebró a comerciantes del sector; y otro de siete cuadras en la calle 19 que muchos en Manizales consideran innecesario. Se le suma la remodelación y construcción de parques, entre ellos los de Faneón y el del Observatorio en Chipre que la comunidad le agradece, es cierto y bien por eso; pero en materia vial, hasta los que nos visitan sostienen que las calles de Manizales ya parecen cráteres lunares, por el alto deterioro de la malla vial.
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