Propósito de año nuevo: construir una vejez segura

Un seguro de vida es un instrumento de protección y resiliencia financiera que garantiza el bienestar económico de seres queridos si falta la persona. Así mismo, permite mantener la calidad de vida durante la jubilación

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Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2030, una de cada seis personas en el mundo tendrá 60 años o más y, para 2050, se prevé que esta población alcance los 2.100 millones de habitantes a nivel global, generando una de las transformaciones sociales más significativas del siglo XXI.  

Este cambio en la distribución demográfica hacia edades más avanzadas representa un importante reto no solo para los gobiernos y los principales sectores económicos (banca, seguros, mercado laboral, etc.) sino, también, para la población en general y en países de ingresos medios y bajos, como Colombia, estar registrado en el sistema pensional no es garantía de tener un ingreso digno en la vejez. 

Más que una herramienta de protección financiera, el seguro de vida representa en esencia una estrategia integral para mejorar o mantener la calidad de vida durante la jubilación, al proteger el bienestar económico de la familia en caso de que ocurra alguna eventualidad que afecte de forma grave a una persona (como una enfermedad, incapacidad total y permanente o la muerte), además de  proporcionar los medios económicos para cubrir los gastos (recurrentes o imprevistos) que se presenten en la etapa de retiro y que no puedan ser cubiertos por los ingresos de pensión. 

De acuerdo con Ana María Palacio, gerente de Sucursal en Manizales para Allianz Colombia, esta situación cobra aún más relevancia en ciudades como Manizales, en donde el índice de envejecimiento es el más alto del país: 13,9% según el programa ‘Manizales Cómo Vamos’.  Igualmente, Caldas es el segundo departamento del país con mayor participación de personas mayores en Colombia: 18% según el más reciente informe del DANE (2021).

“En la jubilación, el seguro de vida no es sólo una póliza, sino un verdadero legado de seguridad financiera y un acto de incondicionalidad que garantiza que los últimos capítulos de la vida se escriban con más tranquilidad para cuidar a nuestros seres queridos cuando ya no estemos. Es, a todas luces, el mejor regalo de fin de año que podemos darle a quienes más amamos”, asegura la ejecutiva. 

Según cifras de Fasecolda, solamente 2,5 millones de colombianos poseen un seguro de vida, esto significa que más de 48 millones de personas en el país se encuentran desprotegidas en caso de accidentes fatales, enfermedades graves o emergencias sanitarias como la pandemia, donde apenas el 48% de los fallecidos tenían un seguro de vida, de acuerdo con el gremio.

Entre los principales beneficios y/o coberturas que ofrece el seguro de vida se encuentran:

  • Protección Financiera: Una póliza de vida cubre impactos en pérdidas económicas que pueda sufrir una persona – y por extensión su familia - en tres escenarios específicos: fallecimiento, incapacidad total y permanente y enfermedad grave (como cáncer, esclerosis lateral amiotrófica - ELA, insuficiencia renal crónica, infarto del miocardio, quemaduras severas, etc.). Igualmente, este producto ayuda a cubrir desde gastos funerarios y hasta deudas pendientes (como hipotecas o préstamos) para que la familia no pierda su calidad de vida.  
  • Cobertura financiera: Los seguros de vida brindan protección y cobertura al asegurado y sus beneficiarios, en caso de accidente que pueda afectar su integridad física, a través de rentas diarias por hospitalización o rentas derivadas de incapacidades como consecuencia de un accidente 
  • Flexibilidad: Estos productos se adaptan al presupuesto y necesidades de cada asegurado, manteniendo la cobertura de las personas sin importar su situación. 
  • Confianza: Cuando una persona contrata un seguro de vida, lo hace bajo una relación de confianza con su aseguradora, con la firme convicción que, al momento de un suceso, la compañía cumplirá su promesa de valor al brindar tranquilidad financiera a la familia del asegurado.

¿En qué se diferencian los Seguros de Vida y de Salud?

Aunque complementarios, estas pólizas tienen finalidades y coberturas distintas que responden a las necesidades de tipo médico y financiero de cada persona. 

Un seguro de salud, como plan voluntario de salud, busca brindar cobertura en atención médica en adición al sistema de atención de salud obligatorio que pueda requerir tanto el asegurado como los beneficiarios. Mientras que el seguro de vida hace referencia a una protección económica ante eventos repentinos e inesperados que puedan afectar la calidad de vida de una familia.

Igualmente, en tanto que los Seguros de Vida se caracterizan por su flexibilidad, los seguros de salud suelen estar sujetos a planes y coberturas de tipo hospitalario y/o ambulatorios previamente establecidos. Por último, aunque existen pólizas de Vida permanentes que cubren durante toda la vida, hoy en día, como los seguros de salud, suelen ser contratos temporales anuales que pueden renovarse cada año a edad alcanzada del asegurado.

Pensar en salud y bienestar es un ejercicio de conciencia. Los diagnósticos no discriminan edad o género y pueden llegar en el momento menos esperado. Una adecuada promoción de la salud y prevención de la enfermedad deben ser primordiales en todas las edades, así como contar con una póliza de salud y un seguro de vida para mitigar riesgos y acompañar a quiénes más amamos.  

Manizales

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