Foto | Archivo | LA PATRIA // Hospital Departamental Universitario Santa Sofía.
Los servicios de cirugía cardiovascular, neurología y urología se cerraron temporalmente, desde el 3 de mayo, en el Hospital Departamental Universitario Santa Sofía.
La institución informó que los especialistas relacionados no estarían disponibles y que ello imposibilitaba el sostener la agenda. Que la decisión no tiene que ver con una razón contractual, como alegan algunos médicos de la entidad.
El documento a través del cual se anunció el cese de actividades sorprendió en Caldas y en el Eje Cafetero, pues el centro asistencial es un referente nacional en estas áreas médicas y ello supone inconvenientes en la atención de los usuarios.
De fondo
Carlos Alberto Piedrahíta, gerente del hospital, le dijo a LA PATRIA que estaban buscando alternativas al respecto: "Lo de neurología y urología podría arreglarse posiblemente esta semana".
La reapertura de la cirugía cardiovascular, en tanto, podría tardar un poco más. Pues este es bastante oneroso para la institución y ponerlo a disposición requiere de un punto de equilibrio que hoy no tienen.
"Ha funcionado por 25 años, pero es bastante costoso, más cuando las EPS se demoran en pagar o no entregan los recursos cuando se requieren. Para nadie es desconocido que hoy la situación de los hospitales públicos y privados del país es crítica", subrayó el gerente.
Piedrahíta puntualizó que no es una suspensión definitiva, sino que la clausura -bajo la condición descrita- se da para evitar demandas. Resaltó que a eso se vería expuesta la institución al ofrecer un servicio, sin tener profesionales para soportarlo.
"Yo no puedo operar con riesgos. Para cualquier contrato de este hospital, yo debo tener la disponibilidad presupuestal. Tengo que ser responsable con eso y cumplir con los trámites administrativos", dijo.
Piedrahíta negó que el cese tuviese que ver con asuntos contractuales. Resaltó que los profesionales de esas tres especialidades se encuentran al día en pagos.
"Lo que sí creo es que esas tres especialidades van a tener también que mirar el decreto en el que se les dice que no pueden seguir ganando tanto. Hay especialidades que son un monopolio, con salarios muy elevados; cuando los hospitales tienen que contener esos costos", mencionó.
El gerente contó que, en promedio, la operación de la cirugía cardiovascular le cuesta al hospital de $600 a $700 millones al mes, eso con el gasto de insumos y los costos de los especialistas.
"Yo me demoro hasta un año para que cualquier EPS me pague lo que adeudan, pero ellos sí quieren recibir ese salario oportunamente, lo que sí se ha logrado", insistió el gerente.
Por el talento humano
El abogado José Norman Salazar, director del Centro Nacional de Derecho Médico, lamentó la noticia. Aseguró que esa temporalidad del cierre impactará negativamente en la prestación de los servicios.
Él tiene otra visión de la relación hospital-especialistas: "El Santa Sofía desde hace muchos meses, incluso años, ha presentado una gran dificultad en la contratación del talento humano, tanto de médicos como de otros profesionales especializados en el área".
Resaltó que allí las condiciones de contratación son impuestas, con el argumento del que no quiera ese tipo de vinculación, está en la libertad de no seguir en la entidad. Mencionó que no les retribuyen, de la manera correcta, la formación. Agregó que hay temor de hablar de ello.
En lo que respecta al servicio de cirugía cardiovascular, Salazar cree que ahora los pacientes serán direccionados a Medellín, Bogotá o Cali, como en otrora sucedía. Lo que calificó como crítico para pacientes en situaciones vitales delicadas.
Salazar instó a manejar la contratación de forma coordinada y no impositiva, valorando al talento humano como se debe. Resaltó que la forma en la que están vinculados desmotiva a trabajar con la entidad.
"El estilo de contratación es fatal, se manejan palabras muy déspotas y los especialistas no quieren seguir así. Son profesionales altamente formados, que merecen una adecuada retribución", concluyó Salazar, que también es médico.
Como mediador
Juan Pablo Osorio, personero de Manizales, dijo estar muy atento a la situación, toda vez que ello podría derivar en la no prestación de los servicios en el tiempo requerido por los usuarios del sistema.
"Se les debe garantizar una red prestadora alterna, para que no se les falte con el derecho a la salud. Debe haber una continuidad. Esa red se verificará hoy (ayer), en lo que intervendrá la Secretaría de Salud Pública y la Dirección Territorial de Salud de Caldas (DTSC)", comentó el personero.
Sobre si el cierre temporal de los servicios correspondía a la ley, Osorio contestó que están revisando el tema frente a la Resolución 3100 del 2019, expedida por el Ministerio de Salud y de Protección Social.
"Establece estas contingencias de cierre, verificaremos si están dadas las condiciones para ello. Entendemos que el hospital, por información facilitada por su gerente, que está atravesando una difícil situación financiera".
Osorio dijo que el déficit es cercano a los $19 mil millones, lo que ha dificultado la contratación del personal en las especialidades detalladas y en otras áreas hospitalarias de la entidad.