Foto | www.freepik.es | LA PATRIA | Los pacientes con ortodoncia y prótesis dentales deben ser aún más cuidadosos con la limpieza diaria de su boca.
LA PATRIA | MANIZALES
"Los dos elementos más importantes de la higiene oral son el cepillo de dientes y la seda. El enjuague bucal es algo extra que da frescura y sensación de limpieza. Los dos primeros son irreemplazables".
La premisa anterior es de Luisa Fernanda Echeverry Martínez, especialista en rehabilitación oral. Ella, que tiene su consultorio en el edificio Capitalia, comentó las principales prácticas a tener en cuenta, a la hora de cuidar nuestra boca.
"Debemos cepillarnos tres veces al día y, como mínimo, una de esas veces usar seda. El hecho de no cepillarse los dientes, nos lleva a una enfermedad principal que se llama gingivitis, que es la inflamación de la encía", subrayó.
Cuando la mala costumbre de no lavarnos se mantiene, se pasa a una periodontitis, donde se afecta el hueso y la encía. La experta mencionó que también puede dar caries (daño del esmalte del diente), mal aliento y mucho más.
Paso a paso
El proceso de limpieza oral vale iniciarlo con el uso de la seda o con hilo. Echeverry indicó que esto es muy importante, ya que el cepillado por sí solo no retira los excesos de comida de los dientes.
"El largo recomendado de seda a utilizar debe medirse desde la punta del dedo índice hasta el codo, manipulándola de manera que se vaya enrollando lo sucio en los dedos y usando lo limpio, cuando se pasa de diente".
La profesional añadió: "Hay pacientes que por miedo a lastimarse la encía no bajan bien la seda hasta abajo y ahí cometen un error, porque en ese espacio inferior es donde más placa bacteriana y más comida se acumula".
La odontóloga sugirió manejar una fuerza moderada en el uso de la seda dental, bajándola con delicadeza hasta donde corresponde. Contó que muchos no lo hacen y ahí es donde se dan ciertos problemas y dolores.
Echeverry sugirió que los cepillos de dientes de cerdas suaves son la mejor opción para nuestras bocas, pues no lastiman nuestras encías, lengua y otras estructuras orales. Pidió no utilizar versiones de cerdas gruesas.
"En el mercado hay gran variedad. Una persona que tenga dientes sanos, puede elegir uno suave. Pacientes que sufren de gingivitis, periodontitis o los que tengan prótesis tienen que pasar a los cepillos de cerdas suaves", indicó.
Se conoció que estos últimos tienen que lavar sus prótesis aparte, con un jabón o limpiador especial para prótesis. Esto será señalado, para cada caso particular, por el odontólogo tratante.
La rehabilitadora oral instó a dedicar suficiente tiempo al cepillado. Este no puede hacerse muy rápido, porque queda mal; ni muy despacio porque también puede maltratarnos.
"Debe gastarse en eso de 3 a 5 minutos. Lo ideal es empezar por la parte superior derecha, continuar hacia adelante, para pasar a la parte superior izquierda. Luego se baja a la parte inferior izquierda, al centro y luego al lado derecho. De ahí se avanza a las muelas (molares) por encima, lo que es la parte oclusal; y a la parte parte lingual o palatina".
Más allá del cepillado
Echeverry dijo que por más que nos cepillemos los dientes, todos necesitamos una limpieza general -mínimo- cada seis meses. Esta debe efectuarla un odontólogo titulado y/o una higienista oral.
Explicó que por bien que hagamos el cepillado y la técnica de la seda, se nos generan cálculos que solo se pueden extraer en el consultorio. Quienes tengan ortodoncia, deben usar los kits donde vienen cepillos especiales, los cepillos interdentales (para limpiar entre los brackets) y los enhebradores, para usar la seda de la manera correcta.
"Tienen que ser muy juiciosos para que cuando se los quiten, no tengan problemas. Pasa que algunos se los retiran, al término de los tratamientos; y se ven bastante mal", concluyó.
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¿Seda o hilo dental?
"La primera es plana y más ancha; mientras que la segunda, es muy similar a un hilo normal. La más recomendada es la seda, porque al ser plana, limpia mejor las superficies, entre diente y diente. El hilo no cumple esa función con tanta eficacia", precisó Luisa Fernanda Echeverry Martínez. Sígala en sus redes sociales, donde la encuentra como @draluisaecheverrym.
De las cremas dentales
"Existe una gran variedad de cremas dentales, que pueden confundir un poco. Están las normales, que no contienen ningún tipo de sustancia, ni aditivo, que fomente su consumo publicitario. Esas son las indicadas casi que para la mayoría de los pacientes", dijo Luisa Fernanda Echeverry Martínez.
Explicó que hay otro grupo de cremas, catalogado como blanqueadoras, que contienen unas partículas gruesas que son muy abrasivas y que rayan la superficie del esmalte dental.
"El uso de estas está restringido, no debe ser de uso diario, tal vez una o dos veces a la semana. No la deben usar niños, solo mayores de 18 años", dijo la profesional instando a los pacientes a consultar con el especialista tratante.
Recordó que también hay cremas para tratar la sensibilidad dental, que tienen componentes que colaboran en aminorar ese malestar; o las que tratan daños como la gingivitis (encías inflamadas).
"Los pacientes, en general, deben usar las tradicionales, que no contengan ningún compuesto extra", enfatizó.