LA PATRIA | Manizales

"El hundimiento del actual proyecto de reforma a la salud es un capítulo más de las múltiples veces que se ha intentado reformar el sistema. Siempre surgen discusiones, los intereses en juego nunca han dejado prosperar el cambio".

La premisa anterior es de José Norman Salazar, director del Centro Nacional de Derecho Médico. Él participó la semana anterior del Conversatorio sobre la Reforma a la Salud. Este se efectuó en la sede Palogrande de la Universidad de Caldas el miércoles, día en que se cayó la iniciativa.

"De por medio están unos recursos, que son billonarios, y la defensa de todo el sistema. No ha habido voluntad política de implementar las reformas estructurales que se requieren", agregó el especialista, insistiendo que el único interés debe ser la salud de los afiliados.

Guillermo Alfonso Jaramillo, ministro de Salud y Protección Social, hizo ayer algunos anuncios frente al sistema. Aseguró que presentará un proyecto de decreto para que la Administradora de Recursos del Sistema de Seguridad Social en Salud (Adres) empiece a girar los dineros ─de manera directa─ a los hospitales y clínicas.

Foto | Archivo | LA PATRIA

"Las intervenciones no deben mirarse desde la barrera de la liquidación, sino desde el punto de administrar y reencauzar las cosas que están fallando": José Norman Salazar.

En detalle

Salazar, que es médico y abogado, también respondió:

¿Qué se avecina tras el hundimiento del proyecto y las intervenciones a EPS?

Muy seguramente, como en lo histórico, se van a presentar acciones de tutela, buscando tumbar esas intervenciones. En el pasado muy pocas prosperaron, la mayoría fueron negadas. Luego el Gobierno nacional va a utilizar las facultades que le dan varias leyes para implementar unos aspectos que eran vitales dentro del proyecto de reforma.

¿Cree que el Gobierno podrá garantizar la salud desde lo estructural?

En la medida en que los interventores garanticen y mantengan la confianza de todas las clínicas, hospitales, de todos los prestadores, va a haber una posibilidad de amortiguar el impacto de las intervenciones; así no van a haber repercusiones en el sistema de salud y en la atención de los usuarios.

¿Qué no debe repetirse?

Si se repite el camino en el que a los prestadores no les llegan los recursos y en el que empieza a aumentar la cartera, a pesar de la intervención, muchas instituciones cerrarán servicios y las EPS se quedarán sin una red.

¿Esto de las intervenciones es una retaliación al hundimiento?

Desde años atrás, se venía alarmando sobre la situación que atravesaban las dos aseguradoras intervenidas (Sanitas y Nueva EPS). Es que de fondo el sistema está en cuidados intensivos y la raíz de eso no es de ahora. El momento político, sin embargo, sí corresponde al Gobierno nacional, en el sentido de que la hora cero para ordenar las intervenciones dependía de una voluntad y una decisión, con un enfoque, lo que se dio en 48 horas.

¿Qué impacto tendrá el efectuar una reforma, pero con intervenciones?

Habrá un costo político gigante, porque -evidentemente- las entidades intervenidas, como las que tienen conexión con las mismas, van a buscar todas las estrategias para que las intervenciones se caigan (eso ya se está viendo). Lo prioritario debe ser que la continuidad del servicio no se vea alterada, ese debe ser el horizonte. Es necesario encontrar puntos en común de qué se puede hacer y cuál es la reforma que pueda contemplar los intereses de uno u otro.

Después de la tormenta viene la calma...

Ojalá llegue la calma que permita en mesas de concertación, en foros y en escenarios, evaluar la realidad que tiene el sistema, tomar los correctivos y, ante todo, vislumbrar todo el panorama que se tiene.

Sobre los giros directos...

Esa dinámica es buena, pero es necesario crear unos controles. Y los controles tenían que venir de la mano de una auditoría eficiente que, desafortunadamente, no se había planteado de forma clara.

¿Las intervenciones y/o liquidaciones efectuadas en los últimos años son la solución?

A pesar de que hay unas EPS que están en dificultades, pienso que pueden haber alternativas, en la medida que todos los actores se sienten a buscar las salidas. El hecho de liquidar una, dos o tres EPS no debe generar un colapso del sistema, sino una reflexión sobre el mismo.

La voz no solo será la del interventor...

Hasta el año pasado, los interventores de las EPS formaban una élite, eran los mismos. Solo le daban la razón al superintendente de Salud (el que estuviera de turno) y ese era un error. Con lo que se está planteando, se le está colocando unos ojos, los de los cinco principales acreedores de estas entidades. Van a estar asesorado y vigilando el proceso de gestión del interventor. Como se dice, ahora el interventor sí va a tener a quien darle explicaciones, lo que no ocurría en el pasado.