Foto | Elizabeth R. Rojas | LA PATRIA
La sudoración excesiva que padecen las personas con hiperhidrosis los lleva al aislamiento social.
LA PATRIA | Manizales
Si usted es de los que suda en exceso, sin aparente razón y no lo puede controlar, podría sufrir de hiperhidrosis, una condición en la que las glándulas sudoríparas se ven afectadas.
"Es una condición médica que no necesariamente está relacionada con el calor o la actividad física", explicó Claudia Arenas, presidente de la Asociación Colombiana de Dermatología y Cirugía Dermatológica (Asocolderma).
Sobre esta enfermedad habló la dermatóloga especialista en docencia universitaria. Dijo que esa sudoración excesiva puede ocurrir en diversas partes del cuerpo. Las axilas, las palmas de las manos, las plantas de los pies y la cara son las zonas de más frecuente afectación.
LA PATRIA habló con ella sobre la hiperhidrosis.
¿Qué tan frecuente es en la población colombiana?
Es una condición relativamente común. Se estima que entre el 2% y el 3% de la población mundial se ve afectada por esta enfermedad. En Colombia, entre el 0,6 % y el 2,8% la padece. Sin embargo, la cifra puede ser un poco mayor, ya que muchas personas con hiperhidrosis no consultan y no reciben tratamiento médico.
¿Por qué se niegan a esas consultas?
No consultan por vergüenza o por la creencia de que no hay soluciones efectivas o -simplemente- porque no creen que esta sea una enfermedad. Por ello, en parte, es que hay un subregistro.
Las hay primarias y secundarias...
Las hiperhidrosis pueden ser primarias o secundarias. La primaria es aquella que no tiene una causa subyacente conocida y generalmente comienza en la infancia o en la adolescencia. Afecta más a individuos sanos, sin ningún desencadenante externo. La secundaria, en tanto, puede desarrollarse en cualquier momento de la vida, debido a condiciones médicas o a medicamentos que esté tomando la persona que la desarrolla.
¿Cuál es el abordaje que se hace a los pacientes?
El abordaje tiene que ser muy individualizado en cada persona. Generalmente comienza con una evaluación muy exhaustiva para determinar la gravedad de la condición y qué tanto le impacta o no en la calidad de vida.
Eso implica una historia clínica completa, en la que se detalle cuándo comenzó el problema, cuánto le dura, los patrones o factores desencadenantes de la sudoración; también un examen físico en el cual se miran las áreas que estén más afectadas.
Toca hacer una valoración diferencial en la que se descarten causas secundarias, como condiciones médicas subyacentes, tal es el hipertiroidismo, la diabetes, los procesos infecciosos o la ingesta de medicamentos.
¿Quiénes suelen padecerla?
Es más de mujeres que de hombres, la proporción es de 2 a 1. Lo importante es que las personas sepan que tienen tratamiento y que este va en una forma escalonada (ver recuadro Abordaje).
¿Requieren de un manejo multidisciplinario?
Lo ideal es hacerles un seguimiento y un manejo continuo. Hay pacientes que pueden tener un impacto significativo en la salud mental y en la calidad de vida. Ahí es cuando se puede recomendar el apoyo psicológico (ver recuadro En lo mental), con una terapia para ayudarlos a manejar la ansiedad y la baja autoestima, asociadas a la hiperhidrosis.
Para no olvidar...
La hiperhidrosis tiene tratamiento, el abordaje que se hace es integral y personalizado. Hay múltiples opciones para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Lo ideal es que consulten con el dermatólogo, quien individualiza cada caso y será el encargado de escoger la mejor terapia, de acuerdo con el paciente.
Abordaje
Asocolderma expuso las formas de abordaje que suelen seguirse con aquellos que desarrollan hiperhidrosis y qué se les recomienda:
Uso de antitranspirantes tópicos
Primera línea de tratamiento, disponibles sin receta o con receta médica.
Dosificación de medicamentos anticolinérgicos
Que controlan la sudoración severa bloqueando la señal de los nervios a las glándulas sudoríparas. Pueden tener efectos secundarios como resequedad en boca, ojos y piel.
Inyección de toxina botulínica
Técnica que bloquea temporalmente la señal nerviosa a las glándulas sudoríparas, especialmente efectiva en casos severos que no responden a otros tratamientos. Se necesitan varias sesiones para resultados continuos.
Simpatectomía torácica
Procedimiento quirúrgico que corta o extirpa los nervios que controlan las glándulas sudoríparas (axilas, manos, cara). Requiere anestesia general y puede generar sudoración compensatoria.
Empleo de energía térmica
Único tratamiento permanente y no quirúrgico aprobado por la FDA (siglas inglesas de la Administración de Alimentos y Medicamentos) y Cofepris (Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios). No invasivo, reduce permanentemente el sudor, mal olor y vello axilar, con resultados inmediatos (generalmente en una sola sesión).
Sin limitantes y con educación
- “La hiperhidrosis no tiene por qué ser un limitante en la vida de nadie. Con el conocimiento adecuado, la disponibilidad de diversas opciones terapéuticas y el apoyo de profesionales de la salud y organizaciones especializadas, los pacientes pueden tomar el control y disfrutar de una vida plena y sin restricciones”: Claudia Arenas.
- “Creemos en la importancia de brindar apoyo, que eduquen tanto a pacientes como a la sociedad en general, promoviendo una mayor comprensión y aceptación y facilitando el acceso a alternativas terapéuticas efectivas, que permiten mejorar la calidad de vida de los pacientes”: Claudia Arenas.
En lo mental*
La hiperhidrosis tiene un impacto significativo en la salud mental y emocional de los pacientes.
Entre el 25% y el 75% de las personas que la desarrollan experimentan ansiedad, mientras que la prevalencia de depresión oscila entre el 10% y el 35%. Ante esto, la baja autoestima también es una preocupación: afecta al 60 % de los pacientes.
El temor a la sudoración excesiva puede llevar a un aislamiento social, como evitar situaciones que puedan desencadenarla: reuniones sociales, exposiciones, citas o eventos públicos.
“Este deterioro en la calidad de vida puede generar un círculo vicioso, en el que el estrés y la preocupación por la sudoración excesiva, exacerbada por la hiperhidrosis, agraven aún más los síntomas y las repercusiones emocionales. Por esto, es crucial abordar este aspecto integral de la enfermedad para brindar un tratamiento efectivo y mejorar el bienestar general de quienes la padecen”, dijo Claudia Arenas, dermatóloga.
*Con información de la Asociación Colombiana de Dermatología y Cirugía Dermatológica (Asocolderma).
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