Foto | Freddy Arango | LA PATRIA
En Puente Linda, límite Antioquia-Caldas se instaló una puerta para evitar contagios durante la covid. La puerta se conserva.
LA PATRIA | Manizales
El arriero Diego avanza en su caballo, de manera cadenciosa, por un puente del río Samaná sur. En su trayecto cruza una puerta abierta de dos alas metálicas, que les recuerda a los habitantes de Puente Linda, corregimiento de Nariño, en el límite Antioquia-Caldas que por allí, como por todo el mundo, pasó la covid-19. Esa puerta sigue intacta, y la memoria, también. “Es que la pusieron para que nadie pasara a ciertas horas y se evitaran contagios”, indica el campesino.
La orden fue de la Alcaldía de Nariño, municipio de Antioquia que limita con Pensilvania y Samaná, en territorio caldense. “Todos los días llegaba un funcionario a vigilar que se cerrara en las noches, que nadie pasara", recuerda el comerciante Hernán Darío Galvis.
Puente Linda conserva su fuerza turística. Por ejemplo, a 20 minutos a pie están los termales del Espíritu Santo, que atraen a centenares de visitantes. Sus paisajes son otro fuerte. Por eso, se encuentran hoteles en varios parajes.
El 24 de marzo del 2020 en Colombia empezó a regir lo que se llamó Aislamiento Preventivo Obligatorio. Consistió en el distanciamiento físico y social durante la pandemia. Incluyó medidas sanitarias y cambios de rutina diaria en lo económico, lo social y lo político. Se decretó por 19 días. Sin embargo, se extendió por fases con excepciones.
Los pasos
Hernán Darío es el propietario del restaurante El Arepazo, donde además venden licores y confitería. Allí, en época de aislamiento, los campesinos encontraban alivios para el tedio, ante el confinamiento, y para sus almas afligidas y temerosas, ante una enfermedad que para comienzos y mediados del 2020 no tenía cura. “Llegaban en las tardes a jugar cartas y a tomarse unas cervecitas”, cuenta el señor.
Hasta los años 70 el caserío era clave en la economía de la región, pues como aún no existía la llamada autopista Medellín-Bogotá, la comunicación entre las dos grandes capitales era por Sonsón-Nariño-Puente Linda-Florencia-Berlín- Norcasia-La Dorada. El arriero gira en su caballo y señala las puertas de la pandemia. “A este lado Rentas de la Gobernación de Antioquia tenía un retén y al otro lado, como a 200 metros, la de Caldas tenía el suyo. Eran para controlar el contrabando de licores y cigarrillos”.
Hernán Darío, dueño de El Arepazo, retoma lo de las puertas. “Estaban abiertas de 7:00 de la mañana a 5:00 o 6:00 de la tarde. Después de esas horas les echaban candado”.
En Puente Linda viven siete familias. Resalta una casa gigante de la familia Granada Quintero, por donde pasaban centenares de personas cuando funcionaba como fonda y restaurante. El profesor Óscar comenta: “Antes de que en el gobierno del presidente López Michelsen (1974-1978) abrieran la nueva vía a Bogotá por aquí pasaba parte del comercio de Nariño, Puerto Venus, Arboleda y el mismo Pensilvania. La gente se bajaba de los buses de Flota Magdalena o de Rápido Tolima y seguía por trochas”.
El mismo docente vuelve a los tiempos de pandemia. En los de puentes de San Agustín y San Pedro ponían cadenas y candados como señales de los aislamientos de veredas, municipios y departamentos.
Llaves
El golpe a las ventas, como en todas partes, era una gran preocupación. En El Arepazo había una mayor, la madre de Hernán Darío estaba bajita de defensas por cáncer. “Ella y yo vivimos solos, y había mucho temor”, dice el comerciante.
Ya en esa época las llaves del candado de la puerta de la pandemia no eran del manejo exclusivo del funcionario enviado desde Nariño. Se la rotaban por familias, pues en cualquier momento podría surgir una salida de emergencia del pueblo.
Los negocios, acostumbrados históricamente a las ventas, empezaron a sentir el impacto de los cierres y del aislamiento comunitario. “Aquí, en buena parte, se ha vivido del turismo, a pesar de que ya no es la conexión principal con Bogotá y del conflicto armado de los años 90 y comienzos de los 2000. Eso sí, salvamos las rutas en buses escalera e insistimos en que construyan la vía del Renacimiento”.
Hernán Darío pasa a las estadísticas por la covid, pues considera que algo sirvió la puerta del puente: “Murieron dos personas de veredas vecinas, de Puente Linda ninguna. Positivos sí hubo. Yo tuve, se me fueron el olfato y el gusto. Por fortuna mi madre no se contagió”.
En Puente Linda creen que la puerta la dejarán allí para siempre. "Eso se va olvidando, las alcaldías tienen mucho que hacer y seguro no se acuerdan de esto". Igual, les trae a la memoria las jornadas eternas de confinamiento, sofocadas en parte con las tardes de juegos de mesa en El Arepazo.
Encierro en el 2020
24 de marzo
Se inicia, de manera oficial, la cuarentena nacional obligatoria decretada por el presidente, Iván Duque.
6 de abril
Se amplió hasta el 26 de abril. Se expuso el decálogo para el aislamiento preventivo obligatorio colaborativo e inteligente, que permitió reactivar actividades productivas, pero restringiendo interacciones sociales. Para los mayores de 70 años, por ejemplo, se mantuvo la restricción en casa hasta fin de mayo, y los estudiantes siguieron en clases virtuales.
20 de abril
Se prolonga hasta el 11 de mayo. Desde el 27 de abril la industria manufacturera y de construcción entran gradualmente a trabajar. Se dictaron otras medidas para iniciar la recuperación productiva.
5 de mayo
Se extendió la cuarentena hasta el 25 de mayo de 2020. Continuaron algunas restricciones.
28 de julio
Extensión hasta el 30 de agosto. Reapertura de municipios con baja afectación de covid.
30 de agosto
Final del confinamiento. Empieza la reapertura gradual de más establecimientos públicos. Se mantiene la cuarentena no obligatoria o selectiva, a excepciones con casos activos, casos en estudio e infectados.