Salud

Foto | Archivo | LA PATRIA | Evite aglomeraciones. Fíjese dónde están los organismos de socorro y los centros de atención, eso en caso que tenga qué hacer uso de ellos.

Hoy se inicia la Semana Santa 2023 y vale la pena insistir en los cuidados para este tiempo de reflexión y descanso. Esto, más allá de congregar, debe vivirse bajo una premisa de protección mutua.

Orbeth Ramírez, especialista en medicina familiar, adscrito a Confa y a Viva 1A, habló sobre las principales medidas que se deben tener en cuenta en estos días, en los que el turismo también es una oportunidad.

"Este es un periodo que suele congregar a las familias, en torno a unas celebraciones religiosas. Independientemente de las creencias que se tengan, algunas personas optan por salir; mientras otras se quedan en casa. De todas maneras, hay que preservar unas medidas básicas", mencionó.

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En lo que se ingiere

Si se va a salir, sugiere Ramírez, hay que tener cuidado con el tipo de alimentación que se va a consumir. Al cambiar de ciudad, de ambiente, la calidad del agua varía y en algunos lugares no es tan buena como en Manizales.

"Se aumenta el consumo de pescados y en eso se debe ser muy cuidadoso. Eso contempla toda la fauna de mar o río", insistió.

Particularmente los habitantes de las ciudades como la capital de Caldas, que no está muy cerca de ríos o del mar, que supone traslados más extensos de estos animales, deben mirar bien dónde compran lo que preparan.

"Tienen que tener una cadena de frío suficiente, para que no lleguen a su consumidor final en una mala calidad. Ojalá pudiera ser en supermercados, sin olvidar que nuestro centro de acopio (Galería) tiene muy buenas maniobras higiénicas. Además, lo que se prepare, debe consumirse de inmediato o rápido. No hay que hacer recalentado con el pescado".

Con estos días de descanso, también llega el consumo de licor. En lo que el especialista también llama a valorar los puntos donde se adquieren las bebidas alcohólicas, todo para no ir a comprar presentaciones adulteradas.

"Eso suele tener un alto impacto en la salud. Hace poco, en diciembre, hubo gran venta de trago adulterado, lo que dejó pacientes seriamente afectados y otros muertos. Cuando se bebe y se desarrollan síntomas más crudos que los normales, se debe sospechar de lo que se tomó", resaltó el médico; mientras señalaba que manifestaciones visuales, fuertes dolores de cabeza, náuseas, vómitos, etc, deben llevar a consultar a un centro de salud, en el menor tiempo posible.

El experto recomendó la buena hidratación, siempre y cuando se tenga claridad de la procedencia del agua. Instó a cargar las bebidas desde la casa para tenerlas más a mano, ayudando también -de esta manera- al planeta.

"En lo posible no hay que comer productos callejeros, pues -por lo regular- no se sabe cómo se preparan. Los manipuladores de alimentos no tienen porqué estar manipulando plata durante las ventas. Deberían usar guantes, tapabocas y hasta gorro", insistió.

De los traslados

"Si se va a salir de la ciudad, las jornadas largas de conducción no deben aplicarse. Lo mejor es rotarse el vehículo con otra persona que pueda tener mejores reflejos o esté más descansada", sugirió Ramírez.

El profesional indicó que el cansancio puede llevar a microsueños y esto a accidentes, incluso, con consecuencias fatales tanto para el conductor, sus acompañantes y para otros actores de la vía.

"Recordemos que nuestras vías no están hechas para correr. Nuestra geografía no lo permite. Aquí no tenemos grandes autopistas, por lo que se debe ser prudente detrás del volante. No se debe viajar contra el tiempo".

Ramírez añadió: "Hay qué hacer las paradas necesarias para cumplir con las necesidades fisiológicas de los viajeros. No se recomienda hacer retención de orina por mucho tiempo, pues eso lleva a distintos trastornos. ¡Hay que disfrutar el paseo!".

Con lo tradicional

"Los que optan por vivir una Semana Santa más tradicional, visitando templos, asistiendo a procesiones, acudiendo a las celebraciones; tienen que usar el tapabocas. Es que el virus continúa circulando y aún podemos infectarnos de la covid-19 o de cualquier otra cosa".

Ramírez sugirió el lavado de manos frecuente y cuando no se tenga acceso al agua y al jabón, el uso de alcohol glicerinado; mientras se llega a un sitio donde se pueda hacer la debida asepsia.

"Hay que procurar no estar tan aglomerados, no solo por protección frente al coronavirus; sino por evitar accidentes donde quienes peor suerte tienen son los adultos mayores y los menores de edad".

El experto volvió al tema de las procesiones para invitar a los asistentes a usar protector solar para la cara y el cuerpo, para evitar quemaduras y daños en la piel. Dijo que también se valía cuidarse con sombreros, gorras, gafas, sombrillas y otros elementos.

"Entre las 9:00 a.m. y las 4:00 p.m. es cuando los rayos del sol son más fuertes. En ese tiempo deberíamos estar más a la sombra. Tampoco hay que dejar pasar mucho tiempo entre las comidas, para evitar desmayos".

Según Ramírez, no es tan recomendable llevar a los menores de edad, sobre todo a los niños, a estas celebraciones, pues los espacios no son tan adecuados para ellos; además porque se cansan fácilmente.

"Suelen ser los que más rápido llegan a algún grado de asfixia o de incomodidad. En caso de una estampida, no tendrían buena suerte. Los adultos mayores se cansan rápido, por lo que deberían quedarse en casa. Las facilidades tecnológicas, en pleno siglo XXI, les permitirán vivir estas celebraciones de otra manera, desde la comodidad del hogar. Ya en últimas, si deciden ir al templo, se recomienda llevar sillas o bancos plegables para que descansen".

El uso de velas, velones, veladoras es, para Ramírez, un riesgo. "Lo mejor es no usarlas en casa, porque suelen olvidarlas encendidas cuando salen y eso es lo que causa incendios. Y en los templos que aún las usan representan un riesgo frente a lesiones y quemaduras".

 

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