Foto | Cortesía | LA PATRIA
José David Valencia lleva casi dos años desaparecido.
Si un familiar suyo se pierde, sea de manera voluntaria o involuntaria, no dude en acudir a las autoridades de manera inmediata. Son las primeras horas las más importantes para dar con su paradero y el mito de que se debe esperar 72 sigue siendo falso.
Constanza Pachón Sánchez, directora seccional de la Fiscalía de Caldas, explicó que para eso existe el Mecanismo de Búsqueda Urgente (MBU), creado en el 2005 y que busca prevenir y dar con la ubicación de alguien rápidamente.
“Es para buscar a una persona a la mayor brevedad posible a una persona cuya desaparición se dio hasta dos días después. Muy diferente a como era antes que alguien denunciaba y le decían que debía esperar de 24 a 72 horas. Eso ya no existe”, dijo la funcionaria.
El MBU lo pueden implementar jueces o fiscales en cualquier municipio, una vez los funcionarios reciben el reporte, sea en la Fiscalía URI ubicada en el antiguo Inurbe de Manizales o en la Judicatura en Manizales, pero también se puede acudir a cualquier oficina de la entidad o al comando de Policía y se debe activar de inmediato.
Pachón Sánchez dijo que hasta el 2021, 16 años después de su creación, había jueces que no conocían el mecanismo y por eso se les brindó capacitación y entiendan que tienen el deber legal de aplicarlo.
Si usted siente que su familiar desapareció, sepa que no hay excusas y debe entregar la mayor cantidad posible de detalles como las prendas que vestía su ser querido, a la hora que salió, quiénes son sus amigos, qué lugares frecuenta y el fiscal o el juez da la orden a investigadores del CTI, Sijín, Sipol, Dipol o cuerpos de socorro para que ejecuten la orden que puede ser hasta verbal.
La directora recordó el caso de una joven que abandonó su vivienda y manifestó que quería acabar con su vida. Tras recibir el reporte, se buscó en cámaras de seguridad de sitios que ella solía visitar y la hallaron dos horas después, antes de que lograra su objetivo.
No es necesaria la creación de una noticia criminal y el MBU permanece activo por dos meses. Después de ese tiempo ya se entra a investigar si se trata de una desaparición forzada, un secuestro, entre otros delitos.
Es normal ver las críticas de la gente hacia quienes decidieron salir de fiesta, pelearon con sus familias o irse a vivir con sus parejas, casos comunes en Manizales. Pero eso no es obstáculo para que se realice la búsqueda, y es mejor prevenir.
Una larga y solitaria espera
El 26 de febrero del 2021 fue la última vez que Milena Ramírez Osorio vio por última vez a su hijo, José David Valencia, quien viajó desde Anserma con sus amigos y un tío a conocer el mar. El sueño quedó a medias cuando miembros de Los Caparros los interceptaron en Caucasia, Antioquia.
De ocho, solo siete regresaron, incluido uno de Pereira que luego falleció. La soledad y la falta de noticias atormentan a Milena. Asegura que hace desde hace un año, la fiscal del caso no le volvió a responder llamadas, ni mensajes ni solicitudes escritas.
“Capturaron a muchas personas de ese grupo, de mi hijo hay evidencia, testimonios, pruebas de que lo reclutaron posteriormente a su desaparición y no sabemos si lo asesinaron o sigue con ellos”, dice la madre.
Los rumores no se han hecho esperar en todo este tiempo. Le han dicho que los integrantes del grupo delincuencial lo desaparecieron, pero nadie habla sobre la ubicación del cuerpo, si es que murió. Todo para ella son conjeturas.
Supo que un sujeto conocido con el alias Yeison, a quien capturaron en Yarumal luego de la liberación de los otros jóvenes, dijo que él había reclutado a José David, pero que lo entregó al comandante de una escuadra de los Caparros y no se sabe nada más.
La última llamada fue el 2 de marzo del 2021. Milena recordó que ese día, su hijo le dijo que no regresaría en seis meses o en un año, que no llorara y todo estaría bien. Lo notó triste, pero aun así le daba moral a su madre.
“Eso fue un desespero como madre, teníamos un pacto que si en tres horas no se comunicaba o no enviaba un mensaje, es que algo había pasado. Fueron cinco días hasta la última llamada y fue lo peor, él ha sido muy responsable en la comunicación”, asegura la mujer.
Hoy, José David tendría 17 años y Milena envió un mensaje a los captores del menor para que le informen sobre su paradero o le digan qué ocurrió con él.
“Soy una madre angustiada, desesperada. Hay otros dos hijos que sufren por su hermano desaparecido, que nos digan la verdad, nos den pruebas de supervivencia o dónde quedó el cuerpo si lo asesinaron, pero tengo fe de encontrarlo vivo. Pido a las autoridades que se pongan la mano en el corazón y me ayuden en este proceso. Nadie responde y estoy sola en este dolor”, finalizó.
No se detenga
- Siempre esté pendiente de lo que hacen sus hijos
- Conozca a sus amigos frecuentes, novio o novia
- Indique si su familiar conforma un club o participa de una congregación
- Es importante conocer las prendas que viste el desaparecido. Recuerde que los buscan vivos, pero también muertos
- Indique características como dentadura, tatuajes, cicatrices u otras señas relevantes
- La principal herramienta es mantener una comunicación constante y conocer el núcleo social de su familiar
Relato de una búsqueda
8:06 de la noche del sábado 17 de diciembre de 2022. Ver que un primo creó un grupo de Whatsapp familiar, cosa que detestas, y tratar de espantar el pensamiento de que algo grave pasó.
Escuchar a continuación un audio en el que tu primo le anuncia a la familia, que su papá, tu tío preferido, está desaparecido desde el día anterior. Que apagó el celular y que se fue sin billetera y sin papeles, algo inusual.
Saber además que lo han buscado en pueblos cercanos a Cajicá, Cundinamarca, el lugar donde vive, pues había mencionado que quería ir a esos lugares, pero sin resultados. Enterarte de que la respuesta al buscar la ayuda de la Policía es que obligatoriamente hay que esperar 72 horas para que reciban la denuncia formal de la desaparición y que además hay que hacerla en el municipio donde él vive, pues inicialmente trataron de hacerlo en uno de los pueblos donde lo buscaron en un principio.
Romper en llanto. Calmarte porque hay que pensar con serenidad. Saber que lo de las 72 horas es falso, pero sentirte impotente porque no sabes exactamente qué argumentos darles a tus familiares para que le exijan a las autoridades actuar de inmediato. Saber que las primeras horas de una desaparición son claves para encontrar a la persona. Buscar asesoría de un par de amigas que trabajan en la Fiscalía, constatar que las autoridades están obligadas a buscar de inmediato.
Saber que tus primos intentaron poner la denuncia en una estación de Policía en Cajicá, pero que les dijeron que ahí no podían recibirla y que debían esperar hasta el lunes y ponerla en la Fiscalía. Frustrarte porque les insistieron con el cuento de las 72 horas y porque ese fin de semana no encontraron abiertas oficinas de la Fiscalía.
Sentir absoluto desamparo. No parar de pensar en a quién más acudir. Necesitar saber las palabras mágicas para que la Policía ayude en la búsqueda.
Acudir a tus amigos, familiares y colegas periodistas para difundir la información en medios y en redes sociales porque algo hay que hacer, cruzada de brazos no te puedes quedar.
10:52 de la noche del domingo 22 de diciembre de 2022. Recibir la llamada en la que te anuncian la feliz noticia de que gracias a la difusión de medios y redes sociales se logró saber algo de tu tío. Poder dormir de nuevo, pero seguir pensando en las familias que no tienen esos contactos para hacer visibles sus casos, cuyas angustias se prolongan por semanas, meses y años, o que incluso nunca tienen un final, feliz o triste. Seguir pensando en quienes no pueden dormir tranquilos porque alguien les falta.