LA PATRIA | Manizales

Docentes de una institución educativa de Anserma (Caldas) denunciaron hace una semana las presiones de las que eran víctimas, en las que no solamente los amenazaban, sino que les exigían dinero para que hicieran lo que les ordenaban.

Los delincuentes llegaron al punto de decirles que si no accedían a pagar lo exigido, le prenderían fuego al colegio y dispararían. Lo que no esperaban era que todo fuera el plan de una madre de familia, quien no solo intimidó a los profesores, sino también a su propia familia.

El pasado sábado, el Gaula de la Policía de Caldas y la Fiscalía llevaron a cabo un operativo en Anserma y Riosucio, en el que capturaron a tres personas que deben responder por extorsión agravada.

Cómo operaba

Según las autoridades fueron tres meses de investigaciones e inteligencia que permitieron desmantelar la banda conocida como La Milicia de la Cruz, que mediante llamadas, panfletos, mensajes de texto y de WhatsApp exigían a sus víctimas entre $30 millones y $50 millones, para no atentar contra ellas o sus círculos familiares.

Aleja, una mujer de 30 años, lideraba la estructura y se hacía pasar como Janick Cruz, delincuente recluido actualmente en la cárcel Doña Juana, de La Dorada. Los investigadores determinaron que su madre, una hermana y una tía están entre seis personas afectadas.

Además, las otras tres víctimas son docentes del colegio en donde la señalada tiene a sus hijos.

Después de entregar la información de sus objetivos a Alejo y Maicol, otros integrantes de la banda, y de enviar los mensajes extorsivos, Aleja se comunicaba nuevamente con las víctimas ya bajo su propia identidad y les generaba temor sobre lo que podría pasar si no pagaban, para que accedieran a las exigencias.

En repetidas ocasiones, ella misma les enviaba mensajes a sus familiares en los que les indicaba que sus hijos quedarían huérfanos, además de palabras soeces. También amenazaba con disparar al plantel educativo, por lo que enviaron a los niños de Aleja a clases virtuales.

Ante la preocupación de los docentes por su seguridad y la de los estudiantes, llegaron a considerar la posibilidad de cerrar todas las sedes, lo que perjudicaría a cerca de 250 estudiantes.

A la cárcel

Tras la realización de las audiencias de control de garantías, un juez ordenó enviar a los tres detenidos a la cárcel de manera preventiva.

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