Diego Fernando Sánchez Tangarife fue condenado en dos instancias por concierto para delinquir agravado, destinación ilícita de inmuebles y tráfico, fabricación o porte de estupefacientes.

Hacía parte de un grupo de personas en el barrio Corea, de La Dorada, que expendía estupefacientes en la zona.

Diego Fernando, desde su residencia y en la zona en general cumplía labores de vendedor y campanero.

La actividad fue registrada con las pesquisas desde octubre del 2018 y se extendió hasta el 25 de junio del 2019, cuando se materializaron sendas órdenes de allanamiento y de captura.

El imputado llegó a negociación con la Fiscalía, a través de la cual admitía responsabilidad a cambio de que se rebajara la pena en un 50%, quedando así fijada en un total de 56 meses de prisión. Se le impuso medida de aseguramiento intramural.

A Sánchez Tangarife, el 23 de diciembre del 2020, le dieron libertad por vencimiento de términos. Solo el 17 de abril del 2021 le dictaron sentencia y le negaron la prisión domiciliaria.

Argumentaba que era cabeza de familia por velar por su madre. Sin embargo, el informe de la Comisaría de La Dorada expresaba que se la mamá del sentenciado, a pesar de padecer diferentes dolencias, no estaba incapacitaba, y al contrario se halló que ha sido económica y socialmente autosuficiente, por cuanto deriva sus ingresos de la venta de arepas y avena, para lo cual, incluso, cuenta con tres empleados.

Tampoco se demostró que su hijo menor de edad estuviese en condición de abandono, pues cursa sexto grado de bachillerato y se encuentra al cuidado de su abuela materna.
 

Apelación

Tras la apelación de su abogado ante el Tribunal Superior de Manizales se decidió lo siguiente:

• 1. Declarar la prescripción de la acción penal por el tráfico de estupefacientes.
• 2. Readecuar las penas así: 53 meses de prisión, multa de 2.016 salarios mínimos legales mensuales vigentes para el 2019 y la inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones públicas por 53 meses.