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Mayor general Jorge Enrique Navarrete, ex segundo comandante de la Octava Brigada del Ejército Nacional.
LA PATRIA | MANIZALES
La Fiscalía abrió una investigación contra seis generales retirados del Ejército que supuestamente promovieron un plan de estímulos para aumentar las bajas en combate. Eran civiles asesinados y presentados como guerrilleros, modalidad conocida como falsos positivos.
Fiscales delegados ante la Corte Suprema de Justicia abrieron investigación a los mayores generales Hernán Giraldo Restrepo y Jorge Enrique Navarrete; a los brigadieres generales Fabricio Cabrera Ortiz, Raúl Rodríguez Arévalo, Felipe Paredes Cadena y Luis Fernando Rojas.
Navarrete fue el segundo comandante de la Octava Brigada entre junio del 2007 y agosto del 2008, cuya área de influencia es el Eje Cafetero. Son 6.402 víctimas reportadas y entre el 2006 y el 2008 fue el periodo más crítico. Del total, al menos 235 en el Eje Cafetero: 111 en Caldas, 88 en el Quindío y 36 en Risaralda. Los más afectados del Eje: Calarcá (28), Manizales (27), Armenia (21) y Pereira (17).
Un primer escenario ocurrió entre 2004 y 2008, e involucra a grupos tácticos y operacionales adscritos a la Décima y a la Segunda Brigada del Ejército, con jurisdicción en los departamentos del Cesar y La Guajira.
La investigación indica que cinco altos oficiales investigados "presuntamente, ejercieron actos de presión sobre sus subalternos y les indicaron insistentemente que los únicos resultados válidos serían las 'bajas'. A cambio, ofrecieron felicitaciones, permisos, licencias y vacaciones".
Al mayor general Navarrete se le investiga por 15 víctimas. Estas personas murieron el 16 de enero de 2006, en Urumita (La Guajira). A Giraldo Restrepo, por eventos entre el 24 de diciembre del 2004 y el 1 de julio del 2006, por 33 asesinatos.
El brigadier general Rodríguez Arévalo deberá declarar por dos hechos perpetrados en Manaure y Codazzi (Cesar), en febrero y septiembre del 2006, en los que murieron siete hombres.
Devuelven medallas
Jorge Enrique Florián Díaz y Mauricio Ordóñez Galindo, coronel y mayor retirados del Ejército, le entregaron tres medallas a la JEP tras reconocer que las recibieron por asesinatos y desapariciones forzadas en el norte del Cauca y el sur del Valle del Cauca.
La ceremonia se realizó el miércoles pasado como contribución a la reparación, en la que participaron familiares de las víctimas acreditadas del macrocaso 05.
“Por favor limpien el nombre de esos muchachos que ellos no eran guerrilleros, eran muchachos pobres y humildes. No les guardo rencor, de ninguna manera, que los juzgue Dios", les dijo a los comparecientes María Eugenia Martínez, madre de Andrés Angola Martínez, una de las víctimas.