La desconfianza evitó que una familia de campesinos de Pácora fuera víctima de los estafadores, quienes armaron toda una puesta en escena para intentar robarles $1 millón.

Todo empezó cuando un agricultor recibió una llamada de un desconocido que le pedía ayuda para adquirir una finca. Ni corto ni perezoso, el hombre se dirigió con su hijo hacia el lugar que le indicaron, pero en la mitad de camino, una llamada lo alarmó.

Un sujeto se identificó como Carlos Alberto Landázuri, comandante del Eln. Describió las prendas que vestían sus víctimas y dijo que los tenían "alineados" y que si no hacían lo que les indicaran, les dispararían.

Los campesinos le dieron el número de un familiar al supuesto guerrillero, quien se comunicó y le exigió el pago del dinero a cambio de respetarles la vida. Para eso, otros dos compinches se hicieron pasar como los hombres que estaban supuestamente retenidos en el monte.

Desconfiado, el allegado se comunicó con la Policía del municipio y posteriormente estableció comunicación nuevamente con los delincuentes. Mientras uno mantenía su actitud amenazante ante las preguntas, los otros dudaban en sus respuestas.

Al tiempo que continuaban en la llamada, otros uniformados llegaron hasta el sitio en donde estaban los campesinos. Atemorizados, indicaron que no se podían mover o los matarían, pero los agentes les respondieron que estaban fuera de peligro y no había presencia de ningún guerrillero en la zona. Todo se trataba de un intento de estafa.

Por fotos

Mientras las víctimas esperaban que su familiar pagara el dinero, la Policía logró que le compartieran fotos de su ubicación por Whatsapp. Así lograron ubicarlos y poner al descubierto a los delincuentes.

Tome el control

*Los delincuentes, por lo general, utilizan lenguaje vulgar y grotesco, amedrentan a la víctima diciendo que son integrantes de grupos subversivos.

*No suministre información personal. En algunos casos recolectan datos a través de redes sociales, fotos, contactos, amigos, entre otros.

*Informe inmediatamente a la línea 165 del Gaula.

*El pago de una extorsión no es garantía de que lo van a dejar tranquilo. Es el comienzo para seguir siendo intimidado.