Es reconocido en el asentamiento Samaria, de Manizales, como una persona tranquila, buena gente, que no se mete con nadie. Se trata de Jhónatan Gutiérrez Obando, quien hoy permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos de una clínica de la ciudad, luego de recibir varias puñaladas, la más grave en el cuello, que le afectó la arteria carótida.

Él pagó los platos rotos de una pelea que no era suya. Esta semana, dos mujeres discutían en ese sector de la ciudad. Según contó la Fiscalía, Jhónatan solo les preguntó a las que se enfrentaban que qué les pasaba y comentó que una de ellas estaba embriagada.

Tras ese comentario, de una casa salió Jaiber, hijo de una de las mujeres en confrontación y sin decir nada apuñaló a Jhónatan en el cuello y en las extremidades.

Los vecinos auxiliaron al herido, mientras otros llamaron a la Policía. Una patrulla que hacía ronda por Solferino acudió al lugar. Según un uniformado, la gente les señaló a Jaiber, de 25 años, natural de Fresno, a quien querían linchar. "Había unas 14 personas", anotó.

Lo aprehendieron por lesiones personales y lo judicializaron. Sin embargo, el ente acusador lo presentó a audiencia por tentativa de homicidio agravado, pues la condición médica del herido no es la mejor. Tiene incapacidad provisional de 55 días y está en UCI.

El juez legalizó la captura de Jaiber y la Fiscalía le habló de una pena de 19 años, si aceptaba cargos, pero no lo hizo. Se irá a juicio.

Jaiber, el señalado.