Foto | Cortesía | LA PATRIA
A dos metros de profundidad estaba el cuerpo del campesino.
Fueron cuatro días de arduo trabajo, de pica y pala para encontrar el cuerpo de Luis Aurelio Alzate Arboleda, el recolector de café que desapareció el pasado viernes en la mañana en la vereda Colorados, de Salamina, luego de que un deslizamiento de tierra lo tapó.
Un empleado de la finca sostuvo que al lado de un árbol de guamo había un hueco de aproximadamente dos metros de profundidad y presumía que allí pudo haber caído Alzate. Ahí mismo, un perro de la unidad canina de rescate ya había dado señales de la posible presencia del cuerpo.
Las labores se hacían cada vez más difíciles, pues los primeros dos días contaron con la ayuda de unas 50 personas, el domingo acudieron alrededor de 120 y ayer eran apenas 40, según dijo el sargento Fabio Tabares Gómez, comandante del Cuerpo de Bomberos.
Ante lo complicado del terreno, por lo empinado, la familia consideraba la posibilidad de contratar una retroexcavadora de oruga y bomberos de Aranzazu, La Merced y Pácora se alistaban para brindar asistencia.
Sin embargo, el pálpito del empleado de la finca resultó siendo cierto. A las 6:20 de la mañana reiniciaron la búsqueda. Mientras unos descansaban, otros continuaban con la remoción de tierra, hasta que a las 10:45 encontraron el cadáver.
En las labores participaron los cuerpos de bomberos voluntarios de Salamina y Manizales con unidades caninas y USAR (búsqueda en estructuras colapsadas), la Defensa Civil y campesinos de la zona.