Fotos | Cortesía | LA PATRIA
La Fundación Ángeles Nocturnos alimenta todos los miércoles a unas 300 personas, pero denunció que su labor se vio perturbada por las condiciones de las autoridades.
Cada miércoles en la noche y durante dos años, la fundación Ángeles Nocturnos ha llegado hasta la Galería de Manizales a alimentar a unas 300 personas (a veces un poquito más), según Jhon Fredy Franco Mora, entre quienes hay indigentes, niños y adultos mayores.
Pero en su última visita, cuando repartían los platos, la Policía les indicó que no podían realizar dicha actividad, bajo el argumento de que debían contar con certificado de manipulación de alimentos, además de contar con la autorización de la Secretaría del Interior y de la Unidad de Protección a la Vida.
El denunciante respondió que todo el proceso de preparación lo adelanta en Neira la Fundación San Vicente de Paúl, cuyas cocineras están certificadas y las vigila la Dirección Territorial de Salud de Caldas.
Sumado a eso, tendrían que contar con el acompañamiento de funcionarios públicos y realizar la actividad en el Comando de Policía. Los miembros de la Fundación se sintieron ofuscados y, peor, cuando se vieron rodeados de más patrullas.
“Como si fuéramos los más buscados”, reclamó Franco Mora, quien sostiene que el grupo lo componen profesionales provenientes de Neira y de la capital caldense, que también se valen de rifas para conseguir los productos para las comidas.
Aunque este miércoles lograron terminar con el servicio para sus habituales comensales, no saben qué hacer. En esos dos años no tuvieron problemas similares y se habían convertido en otra familia para la gente humilde.
“Esta gente es muy agradecida con nosotros, llevamos a nuestros niños y hasta nos los cuidan. Les tienen fobia a los habitantes de calle, no ven el sentido social, que son seres humanos, les toca comer basura, se ve el hambre con la que comen. Allá es donde realmente se ve la falta de alimentación”, sentenció Jhon Fredy.
¿Qué dicen las autoridades?
La Policía respondió que en ningún momento se suspendió la actividad y la Fundación continuó entregando los alimentos, pero a la próxima deben coordinar con la Alcaldía, la UPV y la Estación Manizales, por el tema de manipulación de alimentos y la seguridad ciudadana.
María de los Ángeles Álvarez Villada, coordinadora de la UPV, indicó que la Secretaría del Interior no desconoce la buena voluntad de las personas que ofrecen alimento a los habitantes de calles, pero es importante identificar a quienes realizan estas actividades con los días y los horarios.
“Primero, para garantizar la seguridad de quienes realizan esta obra social y segundo, porque también es importante articularnos y tener una buena logística a la hora de ofrecer alimentos. La misión también es cuidar a los habitantes y evitar que puedan consumir algo que les genere algún riesgo”, indicó.
Sobre el caso de este miércoles, la funcionaria sostuvo que en la supervisión constante de la Policía se identificó aglomeración en la Galería, rápidamente acudieron para revisar la situación y entablaron comunicación con la persona que lideraba la actividad.
Le indicaron que podían continuar con su actividad, pero también le solicitaron el número de contacto para que desde la Administración municipal se entable comunicación y articulación.
También que la supervisión a los indigentes entre Policía y UPV es constante y así como los cuidan, tampoco pueden bajar la guardia porque algunos pueden resultar siendo problemáticos.
El miércoles en la tarde, un grupo de habitantes de calle protagonizó una pelea en la Galería, las autoridades acudieron y evitaron que terminara mal. Debido a esto, y al ver la aglomeración, los agentes acudieron para verificar lo que se hacía.
Días especiales
La Fundación Ángeles Nocturnos no solo brinda alimentación los miércoles, sino que también realiza eventos especiales para el Día del Niño o Navidad, y nunca ha requerido de acompañamiento de autoridades.
¿Los están sacando de Manizales?
Miembros de una Fundación que pidieron mantener su anonimato sostuvieron que también brindan apoyo a los habitantes de calle, pero perdieron el rastro de algunos, por lo que averiguaron y creen que los están sacando de Manizales.
La UPV desmintió esta información e indicó que estos suelen llegar de otras partes del país, y a medida que los identifican, se activa la ruta para conocer su red de apoyo y en caso de que se tenga, les ayudan a regresar a las ciudades de origen, pero por ningún motivo los han recogido y abandonado a su suerte.