LA PATRIA | MANIZALES

Fray Juan Torres, capellán hospitalario y de Bomberos Voluntarios de Manizales, hace un llamado a las personas para que ayuden a ubicar a estos desaparecidos y a las familias de seres humanos fallecidos en diferentes circunstancias y que aguardan en una morgue a ser reclamados para recibir cristiana sepultura. 

317 336 17 51 es el contacto al que puede escribir si tiene información valioso. Se hace un llamado para evitar comunicarse con fines de broma o extorsivos, como suele ocurrir con personas que dicen tener datos y solicitan dinero. O, en ocasiones, afirman ser de grupos ilegales y tener a los desaparecidos. Es una cuestión de humanidad, pues hay familias sufriendo.

Esta semana se comunicó un menor, de 13 años, pidiendo $100 mil por información y se descubrió que era un adolescente y que estaba pescando en río revuelto como se dice. Este tipo de casos los investiga la Sijín.
 

Esto es lo que hace Fray Juan para buscar familias.

"Ya quedó sepultada la hijita", me indica Fray Juan Torres, de la Fundación Orden Franciscana de la Divina Compasión, con sede en la Galería de Manizales, para enterarme de que ya pudo despedir dignamente a Blanca Yaneth Ramírez Aristizábal, de 64 años, quien falleció el 17 de febrero en el Hospital Santa Sofía, lastimosamente sin familia y sin quién se ocupara de ella.
Afortunadamente en la capital de Caldas existen personas como él, que trabajan por los más necesitados. No solo estuvo atento a la salud de Blanca Yaneth, sino que después de muerta se preocupó por buscarle familia. Como no la encontró, y cumplidos unos plazos, consiguió la ayuda funeraria para esta solitaria mujer, el pasado jueves la sepultó en el cementerio San Esteban y le dio su bendición.

Fray Juan es conocido en la ciudad por la infinidad de labores sociales que ejecuta desde su fundación. Esta es solo una de ellas y de las que he sido testigo como periodista.

Proceso

Me narra que muchos pacientes entran en condiciones críticas a los hospitales, inconscientes, sin datos, ni cédula. Prácticamente arriban a fallecer acá. Cuando mueren en residencias, casas, en la calle, centros asistenciales, cárceles, Centro de Traslado por Protección, lo primero es identificar a la persona.

"Si sabemos quién es, empezamos a buscar familia. En caso contrario, esperar la toma de huellas para conocer de quién se trata. Si se ubican allegados, se les informa del deceso. Si tienen las condiciones económicas o lo afiliaron en plan funerario asumen el sepelio. O si posee Sisbén o es validado como habitante de calle, la Alcaldía cubre recolección, preparación, cofre, velación, misa y disposición final. Si nada de eso ocurre, ahí entro yo.

Debo pedir y buscar, como mínimo, $1 millón 200 mil, así sea prestados (a veces los benefactores ayudan) que cubren el cajón, recoger el cuerpo, la tierra en el cementerio ($660 mil como mínimo), transporte y sepultura. Sin misa, ni velación, aunque acudo a darles la bendición", anota.

Sin embargo, hay casos de abandono, donde se logra ubicar a la familia, pero esta no quiere asumir la sepultura, pues la persona lleva mucho lejos de la casa, porque es adulta mayor o, en el caso de los más jóvenes, porque estuvieron declarados en adoptabilidad y nadie los acogió en un hogar.

"En esos casos debo reclamar el cuerpo". En otras situaciones es porque no pueden (familiares viven en un municipio lejano o fuera del país).
"Ahí la familia firma un documento donde me autoriza a reclamarlo ante la Fiscalía, adelantar los trámites funerarios y sepultarlo, pero dejando un registro escrito de todo, por si los allegados luego aparecen. Si la muerte es natural es más fácil. Si es accidental o violenta acudo y me entregan el cuerpo, pero debo suministrar soporte fotográfico de todo lo que se hizo para ubicar a los familiares y luego de entregado.

Queda dentro de la cadena de custodia de la investigación. No se puede alterar el cadáver, tal como está en Medicina Legal pasa al cajón y a la tumba, pues es una evidencia. Llevo un registro en un archivo, con datos básicos, si había o no familia, dónde quedó, en qué sector, terraza, entre otros".

Espera

Hay cuerpos que han tenido que esperar hasta seis meses, dado que se deben aguardar pruebas para identificarlos. Normalmente la búsqueda de allegados dura entre 2 o 3 tres meses, usando redes sociales, emisoras, LA PATRIA y Q'hubo.
"Si fallece en el hospital, hay unos que solo pueden guardarlos 12 horas porque no tienen cuarto frío para cadáveres. Si no aparece familia, hay que reclamarlo y sepultarlo, por cuestiones de higiene interna. En otros centros asistenciales, como Avidanti y Santa Sofía, se puede esperar máximo 10 días".
Al mes, Fray Juan sepulta entre 3 y 4 personas que fallecen sin familia (como en este febrero). Me recuerda que tiene un registro de 745 inhumados en 16 años que lleva en esa labor, pero casi en la mitad de los casos ha tenido que rebuscarse los recursos.
"Antes se enterraban en tierra o en bóveda, ahora en lo que llaman sectores 1 o 1A, de San Esteban. No ha sido muy común que aparezcan familiares, sobre todo en los no identificados. Recuerdo, sí, un caso de un muchacho de Cali, que venía como caminante, pero muy malito de salud. Murió en Santa Sofía y los allegados aparecieron a los 2 años.

Un hermano arribó, lo mandaron para la Fundación y cuando entró lo vi y eran idénticos. Ya sabía a qué venía él. Al menos supieron que estaba sepultado, pues ajustaban 10 años en su búsqueda".

Me reitera Fray Juan que este trabajo no sería posible sin Sijín, CTI, Medicina Legal, equipos psicosociales de las clínicas, Assbasalud, porque siempre le comunican y elaboran una cadena de apoyo fuerte. Claro, no falta el que critica y no ayuda, como una señora que llamó a una emisora a decir que cuál era el negocio de ese cura con los muertos.

"No sabe lo duro que es conseguir esos recursos. No es despachar cuerpos y sepultarlos a la loca, se busca primero identificarlos, ubicar a la familia y darle una sepultura digna", concluye, luego de darle la última bendición a Blanca.
 

Otras labores de la Fundación de Fray Juan

-Comedor Comunitario: Atiende actualmente a 80 personas (adulto mayor, madre gestante, madre lactante, niños y habitantes de calle).

-Baño y ropa para habitantes de calle y adulto mayor en abandono.

-Servicio de enfermería para adulto mayor, habitantes de calle, Población con VIH y/o tuberculosis, población en general. Vacunación.

-Capellanía de organismos de socorro, hospitales y Medicina Legal.

-Fray Juan indicó que se acompaña la intervención en casos de intentos de suicidio, incendios, derrumbes o cualquier calamidad. Se apoya a las familias afectadas y también a los socorristas y bomberos.

-Se apoya en la búsqueda de desaparecidos o cuerpos hallados.

-Atención de los pacientes terminales, Covid-19, y en cuidados intensivos.

-Cuidado de pacientes en abandono.

-Recoge y cuida pacientes con enfermedades terminales o adultos mayores abandonados, los ubican en residencias y tratan de darles calidad de vida hasta que fallecen.

-Apoyo y proceso de rehabilitación para habitantes de calle y adictos.

-Acompañamiento y rehabilitación de jóvenes o habitantes de calle que quieren dejar el consumo de drogas ilegales. Se les apoya psicológicamente, en educación, higiene y reingreso a la vida familiar y social.

-Capellanía y acompañamiento espiritual En casas de internado de menores infractores, policonsumidores o por medida de protección.

-Entrega de mercados a personas solas, familias muy pobres, en la medida de lo posible, mensualmente.

-Celebración de la Navidad de 800 niños y niñas, 50 adultos mayores y 40 trabajadoras sexuales y pacientes VIH.

-"Ahora hay mucha dificultad y aunque tratamos de sostenernos con la ayuda de pocos benefactores, resulta difícil conseguir recursos para la gran tarea que tenemos. Nuestra confianza está siempre en Dios, de quien depende toda nuestra misión", contó Fray. La cuenta de ahorros Bancolombia para ayudar es 059-438537-99.

317 3361751, su número.

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