Foto | Cortesía | LA PATRIA
Camila González Sarmiento.
LA PATRIA | MANIZALES
El Día de las Velitas terminó en una dolorosa situación para la familia de la manizaleña Camila González Sarmiento, de 30 años, en North Lauderdale (Estados Unidos). La joven comunicadora social y periodista de la Universidad de Manizales fue víctima de un incendio en su vivienda y terminó en coma.
Fue el 8 de diciembre pasado, luego de que la familia se acostó a dormir, cuando un cortocircuito provocó la conflagración. El hermano de la mujer reside en un espacio contiguo y se percató de que emanaba humo, no encontró más que golpear las paredes para despertar a los ocupantes.
El primero en reaccionar fue Brayan Sepúlveda, esposo de Camila, quien se dirigió como pudo hasta la cocina, en donde tenía un extintor, pero las llamas se propagaron rápidamente y lo expulsaron, le provocaron quemaduras de segundo grado y afectaron su visión.
En el interior aún quedaban la mujer y su hija, de 3 años. Tras el llamado de auxilio al 911, los bomberos arribaron y alcanzaron a sacarlas a ambas en estado de inconsciencia y debieron aplicarles oxígeno y realizarles reanimación cardiopulmonar. Luego trasladaron a los tres afectados a un hospital.
Aunque Brayan y la niña se recuperaron y ya les dieron de alta, Camila quedó en coma con un daño severo en los pulmones. La debieron remitir al Jackson Memorial, en donde ya empezó a dar signos de mejoría, pues el pasado domingo le retiraron la sedación y reaccionó.
Sin embargo, requiere de un trasplante de pulmón y ahora su madre, Patricia Sarmiento, pide a las autoridades de Estados Unidos que le permitan visitarla y acompañarla en su recuperación.
Ruegos sin eco
La mujer reside sola en Manizales y desde que conoció sobre el incidente de Camila ha buscado por todos los medios la posibilidad de viajar. Debió acudir a la Embajada de Estados Unidos con el objetivo de obtener una visa de emergencia y se la negaron.
Patricia indicó que hace unos 20 años estuvo en el país norteamericano y se excedió en el tiempo de estadía por tener un documento de turista. Por esa razón, la cónsul le dijo que no aplicaba para dársela.
“Yo tengo mis cosas en Manizales, no me voy a quedar. Este momento es de urgencia, ella necesita terapias, de la mano de su madre. Tiene que aprender a hablar y a caminar”, añadió la señora.
Explicó que en Bogotá ha contado con la ayuda de personas cercanas y han intentado mediar para que pueda viajar. Incluso, un abogado de migración le mencionó que existe una esperanza y está aferrada a eso, aunque eso implicaría solo poder ir en marzo.
Aunque su otro hijo está en buenas condiciones, él debe laborar. El esposo de Camila también tuvo que regresar al trabajo, y cuidar a la niña también complica las cosas. A eso se suma el trauma psicológico que sufrieron.
Estrenaba trabajo
Camila conducía tractomula en Estados Unidos, pero debido a las dificultades para estar con su hija, optó por cambiar de trabajo. Llevaba dos días laborando en la compra, venta y renta de carros, antes de que ocurriera el accidente.
Perdieron mascotas
La familia tenía dos gatos y dos perros, así como unos peces que eran las mascotas de su hija. Una gata no alcanzó a salir de la casa, la pecera también se perdió y los animales que se salvaron están bajo el cuidado de unos vecinos.