La adolescente empezó a consumir el medicamento, al parecer, motivada por problemas escolares.

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La adolescente empezó a consumir el medicamento, al parecer, motivada por problemas escolares.

Los cambios de actitud en su hija, a quien empezó a ver llorando constantemente, llamaron la atención y preocupación de una madre manizaleña, quien asegura que la causa de esos comportamientos es un medicamento psiquiátrico que la adolescente empezó a consumir desde marzo pasado.

“Los vuelve adictos, parece una droga porque los vuelve dependientes, los pone sonámbulos y parecen borrachos, pero no huelen a nada. Mi hija dice que no sabe qué hacer, para qué existe, que no quiere vivir”, dijo la mujer.

 

Problema con docente

De acuerdo con la denunciante, la menor empezó a quejarse de una docente con quien tenía constantes encontrones y quería retirarse, pero su familia le pidió paciencia porque estaba cerca de terminar el bachillerato.

Sin embargo, la situación no mejoró y la joven se dedicó a consumir el medicamento que le generaba un aparente estado de tranquilidad. En una ocasión, otra profesora se percató de las condiciones en la que estaba la estudiante, pero según relató la madre, los directivos no pusieron cuidado.

Eso ya fue otra señal para sacarla del colegio en marzo pasado y llevarla a otro, pero con el daño ya hecho han tenido que padecer un viacrucis. El encargado de surtir del fármaco a la adolescente, cree la familia, es un excompañero.

Y al parecer, adquirir estas pastas no es difícil, dado que en las farmacias se lo entregan sin fórmula médica y tanto menores como adultos pueden conseguirlas. Han intentado saber en dónde las adquiere su hija y ella se niega a confesarlo.

“Me di cuenta cuando la vi llegar en ese estado de somnolencia, la llevé a la clínica San Juan de Dios y estuvo 15 días internada. Ha consumido unas tres veces en dosis muy altas y en este momento está en seguimiento con psiquiatría y psicología, y en supervisión constante”, añadió la madre.

En medio de los ires y venires, en visitas a hospitales y a especialistas, se ha topado con otros progenitores, quienes le aseguran que sus hijos padecen situaciones similares con el mismo fármaco.

 

Problemas de fondo

José Julián Peláez, médico toxicólogo de la Universidad de Salamanca con maestría en Ciencias Biomédicas y Farmacología de la U. de Caldas, explica que el fármaco en cuestión es un medicamento Z, es decir, se utiliza para producir hipnosis y conciliar el sueño. En un derivado similar a las benzodiazepinas.

Sin embargo, dijo, estos no producen adicción, pero se convirtieron en un problema por dos aspectos fundamentales. Primero, porque los adolescentes utilizan productos de uso neuropsiquiátrico para cumplir con retos en redes sociales o entre compañeros.

El segundo, porque son fármacos de venta libre y en cualquier droguería se consiguen sin necesidad de contar con una orden médica. LA PATRIA consultó en tres droguerías y en ambas indicaron que no era necesaria la fórmula, pero sí es necesario que un médico indique la cantidad que se requiere consumir.

"Colombia está demorada en establecer reglas más severas para el acceso a diferentes medicamentos, y al ser de venta libre, aparecen complicaciones y reacciones adversas. Otros son los antibióticos, su consumo facilita la resistencia de las bacterias. El país debe ser más estricto", dijo Peláez.

Frente al problema de la menor, el experto indicó que la acción del medicamento puede tardar entre 4 y 6 horas y es difícil que se presente un caso de intoxicación, aunque puede generar problemas renales, entre otros. Por eso, considera que la adolescente podría tener una situación psiquiátrica.

 

Mezclas mortales

Los medicamentos Z no generan dependencia, pero su combinación con otras sustancias puede generar síndrome de abstinencia y otros similares.

 

Antecedente en Salamina

10 niñas, entre los 12 y los 16 años, resultaron intoxicadas tras consumir un medicamento mezclado con una bebida energizante, en junio pasado, en una institución educativa de zona rural de Salamina, tras aceptar un reto que vieron por redes sociales.

Las trasladaron al Hospital Felipe Suárez y mostraron síntomas como desvanecimiento, rigidez muscular y palpitaciones. Además debieron recibir apoyo psicológico.

 


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