LA PATRIA | MANIZALES

"Pido perdón y que que me den una oportunidad. Como indica mi abogada, el compromiso es no volver a atacar". Esto dijo ayer Alejandra Torres Chaves, durante la lectura de sentencia en su contra por el delito de intimidación o amenaza con armas blancas, hechizas o menos letales, donde su víctima fue María Alejandra Marín Orozco.

Lo que se indicó en audiencia es que la primera se la tenía montada a la segunda y donde la veía, la amenazaba o la atacaba. En el más reciente hecho la intimidó con un cuchillo, que le fue decomisado en su captura en Manizales.

En el preacuerdo, avalado por un juzgado, se le dio una pena de 24 meses. La representante de la víctima pidió no darle subrogados penales, pues es un peligro para María Alejandra, dado que cuando se la encuentra, la agrede. "Ha pasado en tres ocasiones, no denuncia, por amenazas. No es cabeza de familia, pese a tener una hija de nueve años. La mamá ha cuidado de la menor", argumentó.

La defensora pidió la suspensión condicional de la pena por tratarse de una condena menor a los cuatro años, sin pago de caución, pues no posee recursos. O en su defecto, domiciliaria en el barrio San Ignacio. Anotó que la sentenciada también ha sido agredida y se podría establecer un compromiso entre ambas de no agresión cuando se encuentren en las calles.

El juzgado negó beneficios y explicó que Torres Chaves fue condenada a 4 años y 3 meses por concierto para delinquir en concurso con tráfico de estupefacientes, el 27 de noviembre del 2019. Es decir, tiene antecedentes recientes, lo que le cierra la posibilidad de acceder a lo pedido.

Adicional, es mamá, no madre cabeza de familia, la historia clínica que se indica sobre las agresiones recibidas, no dan fe de ello. En el momento en que la capturaron tenía libertad condicional, lo que demuestra que el tratamiento penitenciario no le ha servido. "No se puede tolerar la reiteración en el delito".

La pena deberá pagarla en Villa Josefina, cárcel de mujeres.