Rafael Salazar, propietario de Rasautos

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Rafael Salazar, propietario de Rasautos, cuenta con 44 empleados. Dice que ya seis se pensionaron trabajando allí.

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El patrimonio que desde 1985 obtuvo Rafael Salazar, propietario de Rasautos, se fue esfumando a causa de un empleado que abusó de su confianza para estafar a unos 20 clientes en el 2013. Hoy, declarado también víctima de este sujeto, ha debido pagar $900 millones a personas que esperaban adquirir carro nuevo.

Salazar indicó que el señalado llegó a la empresa por recomendación de otra persona, dado que necesitaba a alguien que ocupara la Gerencia Comercial. Tras un año en el cargo empezaron a llegar los reclamos de personas que aseguraban haberle entregado dinero al empleado y este no respondía.

El ahora investigado ofrecía un carro nuevo y a cambio recibía un usado como parte de pago, pero la diligencia por un mismo vehículo cero kilómetros la hacía hasta con tres clientes, con quienes firmaba contratos, pero el carro de segunda nunca ingresaba al negocio.

El propietario de Rasautos sostuvo que solo se percató de las estafas después de dos meses de cuando el sujeto las venía cometiendo y los clientes se empezaron a quejar. Confrontó al señalado y este le dijo que solucionaría los problemas, pero pronto escapó hacia Bogotá con el pretexto de que lo estaban amenazando.

El dueño del concesionario, contrario a las recomendaciones de personas cercanas que le decían que no tenía por qué pagar por los daños causados por otro, decidió vender unas propiedades, incluida la casa que construyó con su esfuerzo, y repuso el dinero a los afectados.

“No entiendo cómo era el argumento para que le firmaran dos contratos de compraventa. Él tenía sus artimañas o su forma de trabajar y lo hizo. Casi 20 personas hicieron las denuncias contra el que les robó. Ni Rasautos ni Rafael Salazar les robó, fue esa la persona”, dijo el empresario.

 

Pide justicia

Rafael Salazar aparece como una de las víctimas del señalado estafador. Se queja porque ya son 10 años del proceso que no presenta mayores avances, pues han cambiado seis veces de fiscal y ha acudido a unas 30 audiencias, en las que abundan los aplazamientos.

Al parecer, el exempleado montó una compraventa en Bogotá y seguía mostrando en su hoja de vida el tiempo que laboró en Rasautos. Los carros usados que sustrajo ilegalmente en Manizales los habría enviado a negocios en Cartago, Armenia y Boyacá.

Salazar ve lejana la posibilidad de recuperar el dinero que perdió por culpa del presunto estafador, aunque sostiene que a problemas y retos se enfrenta a diario y debe seguir laborando por la empresa que montó hace 38 años, la que incluso ha obtenido reconocimientos como el mejor concesionario del país.

 

Del Sena

Rafael Salazar asegura que su afición por los carros nació gracias a su padre y desde pequeño le gustaban los carritos de balineras. Se graduó del Sena como tecnólogo en Mecánica automotriz, en donde ha realizado otros cursos y empezó su vida laboral como mecánico.

 

Avanza el juicio

La semana pasada, LA PATRIA publicó una noticia sobre el reinició del juicio oral contra el presunto estafador, cuyas diligencias se realizarán durante octubre. El próximo martes continuarán las audiencias. El hombre enfrenta cargos por estafa y hurto agravado.

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