El pasado 5 de junio, la JEP y la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas visitaron a Riosucio. En el cementerio El Carmen estarían los cuerpos de 53 personas sin identificar. Se llevó a cabo una jornada de atención a víctimas del municipio y de Supía.

Foto | Cortesía JEP | LA PATRIA

El pasado 5 de junio, la JEP y la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas visitaron a Riosucio. En el cementerio El Carmen estarían los cuerpos de 53 personas sin identificar. Se llevó a cabo una jornada de atención a víctimas del municipio y de Supía.

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LA PATRIA | MANIZALES*

Tras cinco años de entrada en funcionamiento de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), posterior al acuerdo de paz entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y la guerrilla de las Farc, se aproxima una nueva etapa que promete levantar roncha y pondrá a pensar a los colombianos sobre las penas que se impondrán.

Se trata de las sanciones propias, que no implican necesariamente la privación de la libertad de quienes aceptan la verdad, reparación y no repetición ante este tribunal y empezarían a darse a conocer a los condenados a finales de este año o a inicios del próximo.

Juliette Vargas, colaboradora científica de Capaz (Instituto Colombo-Alemán para la Paz), sostiene que la JEP prevé tres tipos de sanciones, que son las alternativas y ordinarias que van hasta máximo 20 años de cárcel, y las propias, que son la apuesta de este sistema de justicia restaurativa.

"No comporten privación de la libertad en la cárcel, sino que a partir de ciertas restricciones de la libertad de movimiento y lugar de residencia, prevén que a quienes encuentran responsables penalmente hagan los llamados TOAR (Trabajos, Obras o Actividades con Contenido Restaurador y Reparador)", explica.

Estas sanciones, contrario a las penas de privación de la libertad que contempla el Código Penal Colombiano, consisten en un trabajo social para reparar a las víctimas y aplica a aquellos exintegrantes de las Farc o miembros y exmiembros de la fuerza pública declarados responsables por los delitos cometidos dentro del conflicto.

Vargas dice que estas se abren a la imaginación y creatividad, pero también a la necesidad y viabilidad en cada territorio, y como ejemplos están el desminado humanitario, obras de infraestructura, proyectos de recuperación medioambiental, reforestación o electrificación.

Ya existen avances en los macrocasos 01 (secuestro) y 03 (ejecuciones) que son, a su vez, los que más progreso muestran en la justicia restaurativa. Por ejemplo, con el primero, existe la propuesta de recuperación medioambiental del Páramo de Sumapaz y también la reparación simbólica, actos de dignificación y encuentro con las víctimas, pero dependen de cómo avancen los TOAR.

Sin embargo, todavía se desconoce cómo se velará porque las sanciones se cumplan, aunque la experta asegura que está en construcción y tanto la JEP como la misión de verificación de la ONU se encargarán de supervisar esto. Además, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) participa en proyectos que están en etapa de elaboración.

"No son de un día, van de 5 hasta 8 años para máximos responsables y hay que asegurar las condiciones para que se puedan ejecutar y eso también requiere inversión presupuestal. Lo que es claro es que ya hay propuestas y por iniciativa de muchos comparecientes, especialmente de firmante de la paz, están los TOAR anticipados", especifica Juliette Vargas.

El cambio de mentalidad

El hecho de que estas sanciones no impliquen penas de prisión podrían generar un impacto en la sociedad, pero también depende de cómo desee asumir el camino hacia la paz, dado que se pretende cambiar la percepción de que justicia significa cárcel.

Para la integrante de Capaz, este modelo invita a repensar como sociedad y analizar si un centro de reclusión, con los conocidos hechos de violación de derechos humanos, significa realmente una forma de sanar y de restaurar el daño causado.

Ella considera que se deben tomar cosas positivas del modelo de justicia penal ordinaria y pensar en cómo restablecer el tejido social. Además, este mismo ya cuenta con formas de restauración, pero permanecen en un estado arcaico y cree que con la reforma a la justicia, habrá más posibilidades para que las víctimas sanen.

Con los medios

María Fernanda Maya - Nariño Hoy

Los medios de comunicación tienen una gran responsabilidad y se ha evidenciado, buscando en medios locales, que no hay mayor difusión de los procesos que se adelantan y de casos de víctimas. Hay falta de responsabilidad, compromiso y difusión, de estudiar, leer para conocerlos y ampliarlos en nuestros portales digitales. Es un poco irresponsable hacer periodismo desde ciertos puntos cuando hay otros que son necesarios y no les damos visibilidad.

Laura Alejandra Piedrahíta - Universidad Autónoma Indígena Intercultural

Noticias hay muchas, medios que sacan noticias con inmediatez son muchos, pero el reto está en qué profundidad les estamos dando a estas noticias, si solo estamos repitiendo lo que nos envían o si realmente estamos investigando, yendo a los territorios, con las víctimas y la comunidad y es el reto que ahora deben cumplir los medios y pensar cómo narrar esas historias y a quiénes les estamos dando estos espacios de comunicación.

Jorman Sebastián Lugo - La Cola de Rata

El papel de los medios en este tipo de justicia que es un paradigma nuevo en un país escéptico como el colombiano que está acostumbrado a la impunidad y hay tanto recelo ante estas medidas novedosas y generan resistencia en gran parte de la sociedad, deben asumir el rol de la pedagogía, informando de una manera más clara, no solo lo positivo, sino también cuáles son los contrastes con el otro tipo de justicia penal.

Elkin Sarria Ordóñez - Colectivo Periodismo Universitario Co.marca

Es importante para el país que se cuente la verdad, no solo para quienes no hemos sufrido el conflicto directamente, sino también para las víctimas y que se sepa la verdad. Se entiende que de una u otra forma que quienes participen en las salas de reconocimiento y verdad puedan ofrecer una restauración, ese espacio para que las víctimas sepan que están incluidas, es un punto valioso e importante.

Silvia Lorena Artunduaga - Blu Radio Huila

No nos podemos quedar solamente en contar qué pasó y cómo sucedió, sino qué pasó después de ese suceso, qué pasó con las víctimas, que no las olvidemos y no sea solo contar un hecho, sino en cómo se restituye una familia, qué pasó con su recuperación, esa catarsis que se debe hacer para poder llegar a un proceso que permita que en la sociedad puedan estar tanto víctimas como victimarios. Contar esas historias que hacen parte de ese tejido social ayudan a no repetir la historia.

En lo económico

Aunque personas halladas responsables han ofrecido resarcimiento económico a sus víctimas, en la JEP no se cuentan como manera de reparación.

Cifra que aumenta

Desde la firma del Acuerdo de Paz han asesinado a 300 excombatientes y a 1.270 líderes sociales.

*El periodista acudió al Taller Cobertura periodística de la justicia restaurativa en Colombia por invitación de la Fundación Gabo y el Instituto Capaz.