Foto Cortesía | LA PATRIA
Los habitantes del Kilómetro 41 podrán recobrar la tranquilidad ante los constantes hurtos de los que fueron víctimas.
Julio y el Gato se convirtieron en un problema para los habitantes de la vereda Kilómetro 41 de Manizales y de sectores aledaños. No perdonaban que dejaran algo desubicado porque le echaban mano y muy orondos salían a vender lo que se robaban a otros vecinos, o se iban hasta Manizales o el corregimiento de Arauca (Palestina).
Sin embargo, el pasado miércoles se les acabaron las andanzas. Miembros de la Estación de Policía del sector los capturaron, pues contra ellos pesaba una orden de captura por hurto calificado y agravado, emitida en diciembre pasado.
Fue importante la denuncia de un ciudadano para capturarlos. Según la víctima, estos se acostumbraron a ingresar constantemente y a llevarse todo lo que encontraran en distintas ocasiones. Incluso arrasaban con bultos de naranja y limón, lo que lo tenía seco y por eso optó por pedir a las autoridades que investigaran.
Esa acción permitió realizar pesquisas e identificar a los dos delincuentes, que escondían lo que robaban en el sector de La Carrilera para evitar la acción de las autoridades. Después, cruzaban el puente sobre el río Cauca y ofrecían los elementos especialmente en Arauca.
Y tras de cotudos, con paperas. Al parecer, cuando lo que se llevaban eran aguacates, acudían a restaurantes para venderlos. Si encontraban ollas o cualquier otro utensilio, también los agarraban y a un campesino lo dejaron sin su radio para escuchar su música y noticias. No importaba si eran humildes o grandes finqueros, nadie se salvaba.
Posible pena
Los presuntos ladrones se enfrentan a penas de 6 a 14 años de prisión.