Foto | Cortesía | LA PATRIA
Lesiones que sufrió el joven en el reciente ataque del viernes.
Transcurrían las 8:30 de la noche del pasado viernes en la vereda Nueva Primavera, de Villamaría, cuando un joven escuchó unos estruendos que lo llevaron a pensar que había estallado alguna pipa. Al salir de su casa, un fogonazo y el posterior ardor lo sorprendieron.
No alcanzó a ver a su agresor, pero reconoció que lo atacaron con un arma de balines que le causó lesiones en cara, hombros, cabeza y tórax. Aturdido, ingresó a la casa, llamó a la Policía y contuvo la sangre con trapos. Posteriormente, se movilizó al hospital San Marcos de Chinchiná en compañía de los uniformados.
A causa de las heridas le ordenaron una semana de incapacidad y aunque no sabe quién lo atacó, cree que es el mismo que hace dos meses aproximadamente le propinó un machetazo que afortunadamente no pasó a mayores.
Fundación animal
El joven y su madre creen que los problemas están relacionados con la fundación que poseen llamada Refugio Rioclaro y que tiene actualmente unos 200 animales entre aves, perros, gatos, caballos y cerdos. El ruido parece ser la molestia de unos vecinos que viven a 200 metros, pero que llegaron al lugar después que ellos.
Aseguran que el primer ataque se dio luego de que sorprendieron a un sujeto lanzando rocas a los corrales en donde tienen a los cachorros. Al reclamarle por lo que hizo, este sacó un machete y agredió al denunciante. Además vociferó que los mataría a todos.
Posteriormente le contaron al padre del señalado atacante, respondió con groserías y les confesó que su hijo padece un problema mental. Aseguran que la Policía llegó, pero no pasó nada. Al señalado se lo llevaron para otro lugar y ocasionalmente regresaba, casi no lo veían.
Paradójicamente lo vieron en la mañana de este sábado, posterior al segundo ataque. Mientras el joven y su madre salían a hacer unas diligencias, se lo encontraron de frente y nuevamente empezó a insultarlos con palabras soeces.
Aunque desde el primer día de las agresiones, las víctimas interpusieron denuncias ante la Fiscalía y se solicitó protección, dicen que nada ha pasado desde entonces y que las autoridades brillan por su ausencia.
Ahora, ante el riesgo que corren sus vidas, están buscando otra finca en donde puedan instalarse con los animales rescatados y recurren a la ayuda de la ciudadanía para encontrar un lugar en donde no tengan problemas.
Les cambiaron el delito
El afectado denunció a su agresor por intento de homicidio, pero asegura que rebajaron el delito a lesiones personales.