Los hermanos

Fotos | Cortesía | LA PATRIA

Los hermanos.

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LA PATRIA | MANIZALES

María del Rosario emprendió desde el 3 de noviembre del 2005 una lucha por recuperar los cuerpos de sus hijos, Luz Enith Hincapié Ospina, de 28 años, y Ricardo Antonio Hincapié Ospina, de 18. La señora murió sin lograr su objetivo. Sin embargo, para esta familia samaneña esta semana culminó la incertidumbre.

El Sistema integral para la paz y organizaciones de la sociedad civil entregaron los restos de los Hincapié Ospina, asesinados por el Ejército, en la vereda Yarumal, de Samaná.

Se indicó que esta entrega digna, como la denominan, es el resultado del trabajo articulado del Sistema Integral, a través de las medidas cautelares ordenadas por la JEP en los cementerios del magdalena caldense, las labores de recuperación de cuerpos y la investigación humanitaria y extrajudicial de la Unidad de Búsqueda.

Fundecos, Equitas y Cedat, organizaciones de la sociedad civil, apoyaron. Han documentado 187 casos de personas dadas por desaparecidas en esa zona.

Con la entrega de los hermanos Hincapié Ospina, ya son 7 los cuerpos de personas desaparecidas en el conflicto armado en Samaná, identificados y entregados a sus familias.

Del caso

Ellos salieron de su casa el 2 de noviembre de 2005, en Yarumal, a comprar una torta para celebrar el cumpleaños de su madre. Al día siguiente la familia se enteró por integrantes del Ejército que ambos campesinos, dedicados a la recolección de café y la carga de caña y leña, habían sido asesinados y presentados como dados de baja en combate.

María del Rosario pidió de inmediato que le entregaran los cuerpos, pero le negaron esa petición. Desde entonces comenzó una larga y ardua búsqueda que la llevó a tocar las puertas de distintas instituciones, de las cuales tampoco hubo respuestas. Debido a su insistencia sufrió amenazas e intimidaciones, y cesó de manera pública su objetivo.

En el 2012, luego de escuchar unas cuñas radiales, se acercó a la Defensoría del Pueblo y denunció la desaparición, pero falleció en el 2018 sin que se lograra la recuperación de los cuerpos. Sin embargo, sus otros cuatro hijos, Irene, Aracely, José Luis y William, continuaron con la búsqueda y ahora descansan.

Recuerdos

  • María del Rosario siempre recordaba a Luz Enith, a quien le decían de cariño Pitillo, como una mujer fuerte física y mentalmente, que les gustaba el baile, la fiesta y el arroz con pasta, su plato favorito.
  • A Ricardo Antonio, a quien lo llamaban Toñito -era el menor de la familia-, le gustaban los buñuelos, las empanadas y la rellena. Su madre lo rememoraba por su temperamento fuerte y su gusto por el fútbol. Siempre se refería a él como su “último raspadito”.
  • Estas acciones humanitarias, junto con otra serie de relatos, cartografías, posibles puntos de disposición de cuerpos y la investigación extrajudicial hacen parte del Plan Regional de Búsqueda del Magdalena caldense de la UBPD, que aborda un universo inicial de 1.096 personas desaparecidas en los municipios de Samaná, Norcasia, Victoria y La Dorada, en el periodo de 1965 al 2014, que presentaron su pico de desaparición en el 2002, con 193 casos.

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