MARGARET SÁNCHEZ
LA PATRIA | MANIZALES
“Écheselo a los marranos”, es una frase que quizás haya escuchado en una finca cuando queda un sobrado de comida.
Sí, son animales omnívoros, comen de todo, pero si son para producción de carne, tiene que darles una dieta específica, según su etapa. Esa carne de cerdo podría llegar a su plato y debería tener los nutrientes adecuados.
“¿Se comería un alimento viejo y dañado? No ¿cierto? Entonces ¿por qué se lo tendrían que comer los cerdos?”, indica el médico veterinario y zootecnista y docente Universidad de Caldas Héctor Aricapa Giraldo.
Su colega Germán Gómez Londoño agrega que si es una granja porcícola debe ser rentable. “La alimentación representa entre el 75% y el 80% de los costos de producción”.
Ambos enfatizan en que hay distintos modelos de alimentación, pero destacan el uso de concentrados, porque tienen vitaminas, aminoácidos, proteínas, energía y minerales definidos y balanceados para un crecimiento adecuado del animal.
“Fuentes alternativas como el suero del queso, la pulpa de café, el guarapo de caña, pastos, leguminosas, entre otros, son complementarios. Hay que asesorarse de un técnico para que indique las cantidades, su aporte nutricional y sus limitantes, si es el caso”, advierte Gómez.
Si no hay un equilibrio, los animales pueden tardar más en su engorde y tendrán más grasa dorsal, algo que el mercado no pide y hace que el precio de compra baje.
Para que la alimentación sea eficiente, tenga en cuenta las recomendaciones que dan los dos docentes, según la fase en la que se encuentra el cerdo.
Aclimatación
De las granjas genéticas reciben las cerdas comerciales para la cría de lechones. Para que se acoplen a la porcícola y lleguen a la condición corporal adecuada para el celo y la reproducción, además de las vacunas respectivas, requieren consumir concentrado que les suministre proteína, aminoácidos, energía y minerales. “No puede llegar a la gestación muy gorda o muy flaca, porque puede parir menos lechones y de bajo peso”, aclara Héctor Aricapa Giraldo.
Tiempo: durante tres meses, a partir de la llegada.
Ración: dos kilos, dos veces al día.
Gestación
Se le debe suministrar alimento de gestación que provea nutrientes para el crecimiento y desarrollo de las crías. Lo crucial es que la cerda no engorde y conserve su condición corporal.
Tiempo: 115 días. A algunos animales, días antes de parir, se les modifica la alimentación, depende de la granja.
Ración: dos kilos dos veces al día
Después de parir, la cantidad de comida aumenta según el número de crías, porque la cerda tiene que generarles leche. En el concentrado, el porcentaje de proteínas y aminoácidos son superiores.
Tiempo: de 21 a 28 días a partir del día del parto.
Ración: la cantidad de alimento varía según el número de lechones. 500 gramos adicional por lechón.
Lechones
Recién nacidos se les aplica una dosis de hierro, nutriente que no aporta la leche de la cerda. Para enseñarles a comer solos les dan un concentrado disuelto en agua, tipo papilla, alto en proteínas, aminoácidos, minerales y energía.
Tiempo: leche materna hasta los 21 o 28 días. Papilla a partir de los 10 o 15 días de nacimiento.
Ración: leche diaria. Papilla durante todo el día, con un sistema de racionamiento tecnificado. La cantidad varía según el peso del lechón.
Destete – precebo
La primera semana del destete es crítica, porque los lechones dejan de consumir la leche de la cerda. “El alimento precebo se divide en tres o cuatro fases, por cada semana, con cantidades de nutrientes diferentes. Son sistemas de transición para que el estómago de lechón se adapte”, precisa Héctor Aricapa Giraldo. Esta etapa es la más delicada, riesgosa y costosa del proceso productivo, indica Germán Gómez Londoño, porque el alimento debe ser óptimo y de alta calidad, hecho con materias primas especializadas. “Si se enferma o no come adecuadamente se reduce la ganancia de peso diario”, dice.
Tiempo: durante cuatro semanas.
Ración: dos kilos a voluntad, dosificado.
Levante
Cuando el cerdo está entre 26 y 32 kilos cambia a un alimento de levante que le suministra los nutrientes de crecimiento y desarrollo para llegar a los 50 u 80 kilos.
Tiempo: durante unas cinco semanas (cuando lleguen a 15 semanas de edad).
Ración: dos kilos a voluntad, dosificado.
Finalización
El cerdo puede engordar hasta 105 o 140 kilos, según lo requiera la industria. Este peso lo puede lograr entre las 21 y 23 semanas desde el nacimiento, depende de la eficiencia de la granja.
Ración: a voluntad, con dosificador. Entre dos y medio y tres kilos.
El agua, crucial
Debe ser potable, permanente y fresca. Los cerdos la deben tener disponible siempre. “Si no tiene suficiente agua, la cerda no dará leche. Si se va el servicio en la granja, los lechones se deshidratarán. Es algo grave, porque perderán peso o se enfermarán”, señala Héctor Aricapa Giraldo.
Consejo: revise las heces a diario. Si son duras y pequeñas, el animal está deshidratado. Si son blandas y suficientes, según la comida que consume, está tomando el agua indicada.
Los comederos
Los lineales, como una canoa larga, provocan desperdicios de comida. Los cerdos meten sus patas, se mojan con el agua y el concentrado se descompone más rápido. Se recomienda usar tolvas en las que se dosifique la comida, de acuerdo con el consumo. “Estos comederos hacen eficiente la conversión de cuántos kilos de concentrado se come el animal para producir un kilo de carne. Si se desperdicia la comida, será un cerdo costoso y poco productivo”, sostiene Héctor Aricapa Giraldo.
Sobre los concentrados
Según el médico veterinario Germán Gómez Londoño, están hechos en su mayoría de maíz y torta de soya, importados de Estados Unidos y Argentina. Se venden por bultos de 40 kilos. Vienen en dos presentaciones: harina o peletizado (granos), que se adaptan a distintos comederos. Los más costosos son los de precebo. Los nutrientes que traen varían su precio.
Guíe la alimentación de los cerdos de acuerdo con el peso para hacer la transición de concentrado en cada fase.
No olvide
Por bioseguridad no alimente sus animales con residuos de comida humana, carnes de animales, subproductos de proteína animal y de otras especies. Está prohibido según Resolución ICA 2640 del 28 de septiembre del 2007.
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