Fotos | Freddy Arango | LA PATRIA
El proceso de elaboración consiste en mezclar 4 libras de panela, 7 litros de leche, ralladura de naranja, luego con el mecedor se revuelve durante tres horas en el fogón de leña hasta llegar al punto para luego armar las bolitas de panela.
LA PATRIA | MARULANDA
En Marulanda para combatir el frío además de las ruanas están las panelitas de Luz Piedad Quintero, famosas porque además de deliciosas sirven para generar calorías a 2825 m s. n. m. y desafiar los 8 grados de temperatura.
Las aprendió a preparar en la finca Las Brisas gracias a una vecina que le dio la receta de mezclar leche con panela, ensayó hasta que dio con el punto. Empezó a atender las visitas con panelitas, sus allegados quedaban tan impresionados con el producto que la animaban a seguir elaborándolo. "Me decían que panelitas tan ricas, igualitas a las que hacía mi mamá, por favor no deje de hacerlas y seguí haciéndolas", narra Luz Piedad como comprendió que su receta era un éxito gastronómico.
El casado perfecto para consumir las panelitas es con mazamorra, leche o queso.
Se hicieron tan reconocidas que hasta los mismo clientes fueron los que le dieron el nombre Panelistas Los Muñecos debido a que a su esposo, Marco Aurelio, lo apodan Muñeco, según ella por "chiquito y pulidito". Cuando se trasladó al casco urbano de Marulanda los tenderos le empezaron hacer pedidos, el negocio fue evolucionando y hoy surte el pueblo, además de un negocio en el corregimiento de San Félix y otro en Salamina.
Es un producto que para los visitantes se volvió obligación comprarlo, Luz Piedad dice que para el X Festival de la Lana que se realizará del 4 al 7 de noviembre ya empezó a trabajar pues tiene muchos encargos "porque la gente que viene a fiestas y no lleva panelitas no vino a Marulanda".
Para las fiestas produce dos mil panelitas más, para sus compromisos semanales en tiempos fríos su producción es de 500.
Es un emprendimiento familiar, sus hijos Darly, Lorena, Jonathan y Marco Alexis, y su esposo, Marco Aurelio, saben hacer el proceso de este dulce artesanal y así garantizar larga vida a esta tradición gastronómica.
"Mi anhelo es crecer con el negocio y poder dar empleo a la gente, si algún día llega el gas natural a Marulanda, en leña no tengo la capacidad de responder a la demanda que por temporadas tiene el producto", confiesa Luz Piedad.