Fotos | Albeiro Rudas | LA PATRIA Cruz Elena Reyes sostiene la imagen en sus manos.
LA PATRIA | Anserma
Cruz Elena Reyes ha vivido toda su vida en la vereda El Rosario. Su nombre, al igual que el de la vereda, dan fe de la gran religiosidad que acompaña a esta familia. A la entrada de su casa, cerca a la escuela, se ubica a la intemperie desde hace años una imagen de unos 40 centímetros de alto, en yeso, de la Virgen La Milagrosa, mutilada a causa de un caída.
Ahora sirve de guardiana a la entrada de su hogar. Cruz Elena dice que cuando la imagen se cayó y se quebró no pudo botarla, porque esta imagen hizo parte de una tradición por varios años y que desapareció hace ya unos 40 años. Esta consistía en que desde la parroquia de Santa Bárbara, en la cabecera de Anserma, se traía la imagen en un nicho de madera con una pequeña alcancía en su base.
El cura la dejaba en una primera casa de la vereda a una familia. Esta la recibía con los brazos abiertos y, con mucho respeto y devoción, le hacían en la casa un pequeño altar con flores y veladoras. En la noche la familia unida rezaba el Rosario, al que invitaban a vecinos, para compartir en torno a esta imagen.
En la casa de doña Cruz permanecen recuerdos de otros tiempos.
En la alcancía se le introducía la ofrenda. Al día siguiente, la familia que había tenido por un día la imagen de la Virgen la llevaba hasta donde un vecino cercano y se repetía el ritual por todas y cada una de las casas de la vereda. Al final, cuando terminaba el recorrido de la Virgen peregrina se llevaba nuevamente hasta el templo con la alcancía y las ofrendas depositadas. Volvía a repetirse este ritual el año siguiente.
“Lamentablemente esta tradición se acabó", dice con nostalgia Cruz Elena, y ahora en la vereda solo quedo esta imagen, averiada por la caída y por el paso de la lluvia y del tiempo, como testimonio. Además, se lamenta doña Cruz, en muchas casas ya practican otras religiones y se ha venido acabando mucho la fe y la devoción por la Virgen Milagrosa.
La vivienda de la familia en la vereda El Rosario.
A la intemperie permanece la Virgen Milagrosa, que peregrinó por la vereda.