Fotos | Albeiro Rudas | LA PATRIA Así luce la pila restaurada.
LA PATRIA | Anserma
Feligreses de la Parroquia de Santa Bárbara, la más antigua de Anserma, ubicada en la Plaza de Robledo, admiran la belleza de una pila bautismal. Hay quienes calculan que esta pieza puede tener una antigüedad de 200 años. Está adornada con pequeñas figuras incrustadas en su base y en su parte superior.
Según el párroco, Uriel Palacio, artífice de varias restauraciones en este templo, la pila permaneció en el olvido, enterrada bajo un viejo edificio de bahareque, que fue casa cural y albergue de sacerdotes, seminaristas evangelizadores y comitivas religiosas.
Esta casa fue luego alquilada y funcionó por varias décadas como un hotel, mientras el despacho parroquial y la casa cural los construyeron en un lote aledaño al actual templo.
Inexplicable
Quienes compraron la vieja casona hace más de una década, entre ellos William Restrepo, relata que varios inquilinos de locales escuchaban ruidos en el subterráneo, ingresaban y perforaban tapias buscando un supuesto entierro, pero desconoce si hallaron algo.
William contrató la construcción de una moderna edificación, actualmente en construcción, e instalo una cámara de seguridad para vigilar los materiales en las noches. Cuenta que en una madrugada la cámara captó una figura que se dirigió a un lugar del sótano y excavaba. La imagen se repitió en varias oportunidades.
Días después, el oficial que realizó las excavaciones para levantar las columnas dijo que varias veces vio sombras que pasaban raudas sobre la pared y que se presentaba un frío inexplicable en el lugar. Con el paso de los días encontró enterrada una especie de batea bellamente adornada y la ubicó a un lado de los escombros sin prestarle mucha atención.
Según William, el mismo lugar donde se encontró enterrada la pila bautismal, era el sitio donde la figura fantasmal parecía excavar. Avisaron al párroco de la época, quien les pidió que trajeran ese elemento al templo, así hicieron y ofrecieron una misa por el eterno descanso de las almas del purgatorio. Cuentan estos protagonistas que desde entonces cesaron las apariciones y ruidos en ese lugar.
Al observar el proceso de restauración se entiende el tiempo que se tomó para ello.
Recuperado
El padre Uriel decidió seguir la idea de su antecesor, el sacerdote Darío Valencia Uribe, que estaba empeñado en restaurar esta pila. Contrató para ello al artista plástico ansermeño Luis Guillermo Rincón Restrepo, licenciado en artes visuales con énfasis en escultura de la Universidad Tecnológica de Pereira, docente de artes en la Institución Educativa la Sagrada Familia de Palestina con amplia experiencia en restauración.
El proceso se inició desde el 2015, pero debido a la pandemia las obras de restauración se prolongaron por cerca de ocho años, para llegar a conocer cómo lucía la pila en su estado original. El padre Uriel investigó en internet y encontró una pila similar en una población de Venezuela, la cual tenía todos los detalles.
En estos se basó Guillermo y pudo trabajar largamente fabricando en diferentes materiales cerámicos cada figura que pegaba en el sitio de su diseño original para devolverle a la pila todo su esplendor.
Hoy luce en el templo en un sitio especial para admiración de los fieles católicos.
El artista Guillermo Rincón y el padre Uriel Palacio.
Cada figura fue restaurada siguiendo el patrón original.
En la cima de la pila la figura de Jesús mientras bautiza a Pedro.
El pedestal que sostiene la pila.
Recuperar cada figura fue un asunto de detalle.