Todos los invasores cierran con candado sus construcciones. Hay cinco viviendas y dos pesebreras. Dicen que no es ilegal y que son poseedores. Los residentes del barrio exigen autoridad.

Foto | Luis Trejos | LA PATRIA

Todos los invasores cierran con candado sus construcciones. Hay cinco viviendas y dos pesebreras. Dicen que no es ilegal y que son poseedores. Los residentes del barrio exigen autoridad.

 

Al lado de la quebrada Manizales y en predio del Municipio están 10 personas, cinco casas y dos pesebreras con caballos, terneros y gallinas ponedoras. Una invasión que empezó hace 10 años y crece.

La ocupación tiene puerta con candado y camino de escombros. Según relatan los denunciantes, Felipe Alzate, residente de La Enea, fue el primero en adueñarse del terreno. Quien, posteriormente, lo dividió en lotes que vendió desde $800 mil hasta $3 millones.

Todos los invasores trabajan. Hay pintores, taxistas y comerciantes. Los dos administradores y “dueños” de las pesebreras pasan el día en la invasión, pero duermen en sus casas de La Enea. Uno de ellos tiene un carro rojo Corsa, ninguno se reconoce como invasor y aseguran tener legalidad sobre los predios. “Compramos derechos sobre la posesión. Llevamos los papeles a la Alcaldía y allá nos tomaron el radicado. Estamos pendientes de la visita para que nos den legalidad", justifica uno de ellos. "Invasión es cuando llegan personas y toman un predio por la fuerza, eso no pasó aquí. No nos metimos a las malas, le compramos al hombre (Felipe)", agrega el otro.

 

Con luz y contaminación

Todas las edificaciones de la invasión tienen luz. La proporciona un vecino del barrio que les cobra $30 mil mensuales por regalarles energía. "Les pasé línea de mi casa. No es contrabando porque sale de mi cuenta y de mi contador. Yo les colaboro, ellos llevan muchos años aquí. No son invasión", explica el vecino.

El agua para los baños, las comidas y el mantenimiento de los animales sale de la quebrada, que usan como acueducto y que recibe todo lo que en ella depositan. "Si los de las fábricas pueden tirar sus residuos, nosotros también", justifica un invasor.

Luis Fernado Díaz, fue de los primeros en comprarle a Felipe. Llegó hace 10 años y recuerda que antes eran tres casas, luego aparecieron más invasores y por último las pesebreras. "Yo no invadí, yo le compré a Felipe. Le dijimos que ya no vendiera más lotes porque están poniendo muchas quejas".

Luis dice que entre todos los invasores se llevan bien y no hay problemas de seguridad. Sin embargo, reconoce que no son avalados por los residentes del barrio, incluso relata que en años anteriores lo visitaron de la Inspección de Policía. "Nos dijeron que nos iban a reubicar, estamos esperando".

Julián Blandón Ceballos, presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) del barrio, manifiesta que la invasión coloca en riesgo la estabilidad del terreno y las casas. "Felipe se dedicó a vender lotes y estas personas a la vez construyen ramadas y hasta caballerizas. En las mañanas y en las tardes se desplazan jóvenes y adultos hacia el lote a consumir alucinógenos. También el lugar está lleno de basura que atraen roedores. Así mismo, la acumulación de escombros podría obstaculizar la quebrada, generando desbordamiento de la misma y contaminación".

La comunidad señala que tienen un proceso contra el señor Felipe Alzate en la Inspección de Policía de La Enea, pero que hasta el momento no hay avances. "Es preocupante la situación. Estos problemas afectan tanto nuestra integridad física como la de nuestros bienes que con sacrificio hemos conseguido", concluyen.

 

Respuesta

La Inspección Primera Urbana de Policía y el equipo de Control Urbanístico asistieron el viernes a la invasión para identificar los predios e individualizar los casos. Están esperando el informe de Control Urbano para reanudar audiencia y continuar con el proceso.

Hernando Peláez Alarcón, jefe de Seguridad Ciudadana de la Secretaría de Gobierno de Manizales, sostiene que el proceso avanza y que se trata de una infracción urbanística que da lugar a una multa que se tasa en salarios mínimos por cada metro cuadrado y da orden de demolición. De acuerdo con Peláez, no se ha considerado reubicar.

 

Diferencia entre invasión y posesión

1. La posesión está regulada en el Código Civil Colombiano, la invasión no.

2. La posesión es la tenencia o forma de adquirir dominio de la propiedad cuando son bienes privados. La invasión no es una forma de adquirir el dominio de ningún modo en Colombia.

3. Hay bienes públicos y privados. La posesión se puede montar en un bien privado, pero no puede ser ejercida en un bien público.

En el caso de la invasión de Bosques de La Enea, como corresponde a un bien público, por más años que las personas lleven ocupando todos los títulos son nulos de derechos. No tienen fuerza legal frente a ninguna autoridad.

Información proporcionada por Laura Andrea Rocha Hurtado, abogada especialista en Derecho Urbano de la Universidad del Rosario.

 

Riesgo

Félix Ricardo Giraldo, director de la Unidad Departamental de Gestión del Riesgo, enfatiza en garantizar la margen protectora de 15 metros de distancia con los ríos y quebradas. Para evitar riesgos en las viviendas asentadas cerca a afluentes hídricos.

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