Phil Foden del Manchester City celebra con sus compañeros tras marcar el 1-3 durante el partido de fútbol de ida de octavos de final de la Liga de Campeones de la UEFA entre el FC Copenhague y el Manchester City, en Copenhague, Dinamarca.

Fotos | EFE | LA PATRIA Phil Foden del Manchester City celebra con sus compañeros tras marcar el 1-3 durante el partido de fútbol de ida de octavos de final de la Liga de Campeones de la UEFA entre el FC Copenhague y el Manchester City, en Copenhague, Dinamarca.

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EFE | LA PATRIA | Copenhague/Leipzig

Manchester City y Real Madrid comenzaron con victoria los octavos de final de la Liga de Campeones. Este martes regresó la competición y mientras los ingleses vencieron a Copenhague, los españoles hicieron lo propio con el Leipzig.

 

Un City muy superior encarrila el pase a cuartos

El Manchester City dio el primer paso hacia los cuartos de final de Liga de Campeones al ganar con claridad en la ida de octavos en Copenhague (1-3), en un encuentro que dominó con claridad y en el que pudo lograr un marcador aún más abultado.

El vigente campeón del torneo tuvo ocasiones suficientes para golear, pero se estrelló con Grabara, el mejor de un rival que acusó la inactividad y se vio muy superado por momentos.

La primera media hora fue un monólogo del City, que tuvo la pelota casi en exclusividad y todas las ocasiones. El 0-1 nació de un gran pase de Foden y una definición clínica de De Bruyne al palo largo.

Pasada la media hora, el Copenhague, al que se le notó que lleva dos meses sin competir por el parón invernal en Dinamarca, empezó a respirar un poco. Pero quien lo acabó de meter en el partido fue Ederson con un error grosero en la salida, entregándole el balón a Elyounoussi, cuyo disparo rebotó en Dias. El rechace lo clavó en el ángulo Mattson.

Parecía que al City le habían entrado las dudas, pero en el descuento, Silva estuvo atento a un rebote afortunado para definir con sutileza frente a Grabara.

Tras el descanso, el portero polaco Grabara parecía empeñado en no conceder más goles y se exhibió en el descuento para negarle el gol a Haaland, hasta que Foden apareció en la última jugada para anotar el tercero y dejar sentenciada la eliminatoria.

 

La magia de Brahim y la firmeza de Lunin rescatan al Madrid

Brahim Díaz, del Real Madrid, celebra tras anotar el 1-0 ante el RB Leipzig.

Un gol de Brahim Díaz tan imponente que alimentaba el debate con Rodrygo, antes de tener que retirarse lesionado, y la firmeza de Andriy Lunin con nueve paradas, rescataron al Real Madrid de las dudas en Alemania, salvado por el VAR en un inicio carente de actitud y ganador de un gran botín con su reacción para la vuelta en el Santiago Bernabéu.

Sirvió de aviso la primera parte a un Real Madrid excelso en LaLiga que comprobó que la 'Champions' es otra historia. Al menos lejos del Bernabéu.

Se salvó de milagro de un castigo que le pusiese todo en contra. No se habían alcanzado los dos minutos desde el arranque cuando el VAR evitó el peor inicio. El disparo de la frontal tras un rechace defensivo, encontró el remate a la red de Sesko a placer. Rodrygo rompía el fuera de juego pero el videoarbitraje interpretó determinante la posición antirreglamentaria de Henrichs o su toque a Lunin en área chica.

De la visión de Brahim había nacido la ocasión más clara, al borde del descanso, que culminó con precipitación 'Vini'. Era la confirmación de que lo peor para el Real Madrid ya había pasado y lo confirmó en el arranque del segundo acto. Cuando el malagueño sacó su magia. Potente para salir airoso de una tarascada, levantándose sin soltar el balón para encarar rivales. Partiendo de la derecha, hacia dentro con la portería rival en mente. Marchándose de dos y soltando un zurdazo al palo largo inalcanzable a la estirada de Gulacsi.

Imponía la contundencia como factor diferencial a un Leipzig que recibía un castigo inmmerecido. Lo sintió todo el partido. Frustración alimentada en la firmeza de Lunin, en continuo crecimiento. 

Cada intento alemán se estrelló con Lunin, decisivo con una estirada a Sesko en la acción en la que se lesionó Brahim y el Leipzig atacó en vez de lanzar el balón fuera, y el poste evitó el tanto de Vinícius, tras dos amagues exquisitos y un toque suave en la definición. Con potencia remató la última Joselu, cerca de la escuadra. El Real Madrid obtuvo un gran botín tras la duda.

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