El aumento del salario mínimo para el 2024 deberá tener en cuenta las cifras de inflación, productividad y crecimiento económico. Trabajadores, empleadores y Gobierno nacional negociarán desde mañana.

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El aumento del salario mínimo para el 2024 deberá tener en cuenta las cifras de inflación, productividad y crecimiento económico. Trabajadores, empleadores y Gobierno nacional negociarán desde mañana.

LA PATRIA | MANIZALES

Ser una trinidad que dé alivio ―y no un tridente que perfore la economía nacional― será el gran reto de la comisión tripartita que definirá el aumento del salario mínimo  para el 2024.

A partir de mañana, trabajadores, empleadores y Gobierno, como integrantes de la Comisión Permanente de Concertación de Políticas Salariales y Laborales, deberán trabajar en conjunto para acordar con exactitud una cifra que mejore el poder adquisitivo de los trabajadores y no afecte la generación de empleos.

“Esperamos concertar un salario mínimo para mantener el poder adquisitivo de los colombianos”, anunció como prioridad la ministra de Trabajo, Gloria Ramírez, a inicios de noviembre.

La precisión al definir el aumento será imperiosa en medio de la intranquilidad económica por el temor de los gremios a una recesión en el primer semestre del próximo año, sumado a la cifra inflacionaria, cuya variación anual se situó en el 10,48% en octubre de este año.

En ese contexto, decidir si el aumento debe ser de uno o dos dígitos es el principal punto de desencuentro entre las ramas de la Comisión.

El 30 de diciembre, a más tardar, se conocerá de cuánto será el aumento del salario mínimo para el 2024, en caso de que los integrantes de la Comisión no lleguen a un acuerdo sobre el mismo para el día 15 de ese mes, la primera fecha límite.

Concertación

Para conocer las expectativas de distintos sectores en vísperas de la negociación del salario mínimo, LA PATRIA les consultó a tres representantes de sectores sus prioridades y preocupaciones.

Jorge García, profesional de Estudios Económicos y Competitividad de la Cámara de Comercio de Manizales por Caldas

El porcentaje de aumento del salario mínimo debería ser de un dígito y muy cercano al dato de la inflación por la desaceleración de la economía mundial y nacional, que trae un bajo crecimiento económico. Además, este año se hizo un incremento bastante alto (16%).

Como consecuencias de un incremento alto del salario mínimo, se desincentivaría la creación de empleo, la generación de trabajo formal y se promovería, en cierto modo, el tránsito hacia la informalidad. Eso podría aumentar el desempleo.

En la contraparte, un incremento bajo produciría pérdida del poder adquisitivo de las familias.

Juan Carlos Franco, director de la Federación Nacional de Comerciantes Empresarios (Fenalco), seccional Caldas

Hay posiciones que piden aumentos entre el 10% y el 12%. Desde Fenalco, la dirección nacional ha reiterado siempre su disposición de participar en estas negociaciones si el Gobierno también quiere contar con el gremio.

Nuestro papel es defender los intereses de los comerciantes y los empresarios. Vamos a estar muy atentos a la instalación de esa mesa para conocer cómo variará el salario y eso cómo modificará los presupuestos del 2024.

Se deben encontrar medidas de equilibrio que mantengan el poder adquisitivo de las personas, pero que no afecten la generación y el mantenimiento del empleo. En últimas, eso podría afectar directamente la capacidad de adquisición.

Óscar Orozco, presidente del Sindicato de Trabajadores de la Energía de Colombia en Caldas e integrante de la Central Unitaria de Trabajadores

Aunque este Gobierno ha logrado que baje un poco el costo de vida, hay que hacerle un ajuste a ese tema que les permita a los trabajadores recuperar su poder adquisitivo. Creemos que el aumento tiene que estar por encima del 10%, debe ser un ajuste de dos dígitos, pero el monto también está sujeto a temas como el costo de los servicios públicos y del combustible. Las expectativas están muy altas este año.

Los defensores del libre mercado buscan trabajadores con capacidad de compra, pero hay una contradicción porque un salario mínimo bajo no permite invertir en bienes y servicios, que es de lo que viven muchas de las empresas.